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jueves, noviembre 21, 2024

Ambientalistas ‘clausuran’ simbólicamente la delegación de Semarnat en Cancún

CANCÚN.— Asociaciones ambientalistas, como Sélvame del Tren, Derecho al Medio Ambiente Sano (DMAS) y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), clausuraron este lunes simbólicamente las oficinas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la zona hotelera de Cancún.

Los ambientalistas se manifestaron frente a las oficinas federales por considerar a la dependencia cómplice, ausente y omisa ante “el inmenso ecocidio” que han dejado proyectos como el Tren Maya, el puente vehicular Nichupté, el recién inaugurado hotel Grand Island (en Cancún), entre otros temas.

Los denunciantes lamentaron que se sigan otorgando permisos de construcción, así como cambios en el uso de suelo y demás irregularidades, cuando la Semarnat tendría que proteger y prevenir cualquier daño al medio ambiente, algo que -a su parecer- no ha cumplido.

Los representantes de diversas organizaciones ambientalistas desplegaron una larga manta con la leyenda “ecocidio” a las puertas de la Semarnat. También colocaron sellos de clausura en su puerta de acceso y estructura.

“La Secretaría (Semarnat) que debería defender el medio ambiente, es la primera que lo destruye”, dijo una activista, seguida por otra que respaldó, “es la Secretaría que más daño le ha hecho al ambiente”.

“Sus omisiones permiten ecocidios en todo Quintana Roo”, expresó la abogada Antonela Vázquez, fundadora de DMAS. Mientras, el piloto Carlos Mouciño reprochó que, pese a que la Semarnat debe defender los recursos naturales, ha servido a otros intereses, entre ellos, a la línea dictada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Entre los reclamos a la Semarnat, los manifestantes mencionaron el haber admitido el ingreso extemporáneo de las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIAs) para los tramos 5 norte y sur del Tren Maya, aun cuando las obras iniciaron antes, lo que constituye una franca violación al Procedimiento de Evaluación del Impacto Ambiental (PEIA).

La dependencia no solo admitió a trámite esos expedientes, que carecían de información completa y de estudios especializados, sino que durante el verano del 2022 autorizó el proyecto, condicionando los permisos a una serie de análisis que no se han realizado o mostrado hasta la fecha.

Pero el Tren no es la única obra depredadora. Activistas recordaron la reciente sentencia de un juzgado federal, que determinó dejar sin efecto las autorizaciones para el proyecto Gran Solaris Cancún, que pretendía edificarse a un costado de Playa Delfines. También mencionaron que los manglares de Puerto Morelos están en riesgo.

⇒ Resaltaron los cambios de uso de suelo en zonas costeras, la pérdida de playas o la construcción de otros megaproyectos como el Puente Vehicular Nichupté, en Cancún, que está impactando humedales y el sistema lagunar del sitio.

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EM/dsc

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