Abelardo Martín Gómez
Con la captura de Ismael “El Mayo” Zambada por parte de las autoridades estadounidenses en un aeropuerto en El Paso Texas, al gobierno mexicano le dieron la vuelta y a la fecha la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Isela Rodríguez, y el presidente AMLO, siguen chiflando en la loma. Está claro que se trató de una sigilosa operación llevada a cabo por la Homeland Security y el FBI, en la cual no se quiso involucrar al gobierno mexicano, ya que en los hechos se demuestra una total falta de confianza por parte de los estadounidenses.
Considerado como uno de los líderes más antiguos y evasivos del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, llevaba años prófugo de la justicia, hasta que fue capturado en El Paso Texas este pasado 25 de julio junto con Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”. Sin embargo, este hecho ha dejado más dudas que respuestas en territorio mexicano; al día de hoy nadie en las más altas esferas del gobierno de México ha informado con toda certeza qué fue lo que pasó y cómo pasó. Ya sea por falta de confianza, o para poner en ridículo al gobierno de México, en esta encrucijada se mandó un mensaje directo a AMLO, en tanto que en el combate al crimen organizado el FBI no confía en el Humanismo Mexicano del presidente.
A pesar de que la captura de “El Mayo” Zambada es considerada un golpe significativo al Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, esta captura no necesariamente resulta un triunfo del gobierno de López Obrador. Al contrario, por las formas en cómo se dio, más bien ridiculiza a la actual administración del presidente de México, ya que según lo dijo la propia Rosa Isela Rodriguez, las autoridades mexicanas no fueron informadas sobre las investigaciones, operativo, o acuerdos que derivaron en la captura del capo sinaloense.
En tanto, de lo perdido a lo encontrado, no queda más que pedir explicaciones en el ámbito diplomático sobre estos hechos, ya que por las buenas nomás no se pudo.