Francisco Gómez Maza
El Buen Fin más explotador que la tienda de raya porfirista
¿Realmente necesitas lo que compras o es por pura ansiedad?
El Buen Fin tomo ya carta de naturalización como un mecanismo del capitalismo de comercio para engañar a los consumidores con una campaña mentirosa de precios bajos, que en realidad son más altos que en los tiempos normales del año. Y detrás de Vicente, el consumidor número uno, ahí va la vente a la gran tienda de raya, no a gastar su propio dinero, sino el dinero del banco garantizado por una firma en la tarjeta de crédito para vivir del engaño, con las mentirosas ofertas del gran comercio.
Voy a empezar con una cafetera de Nexpresso, de esas que traen la ración de café en una cápsula y que, además, te prepara un delicioso capuchino. Pues la tal cafetera Nexpresso a mí me costó 2,000 pesos hace tres años. Nomás que la tiré a la basura porque se llenó de cucarachas y sus huevecillos, lo cual le ocurre a mucha gente, porque en esta ciudad ninguna casa, rica, mediana o pobre se libra de esos asquerosos animalitos. Además, la mencionada cafetera no viene protegida contra los bichos. Y como usted comprenderá no prepararé café sobre los huevecillos de la cuca.
Pues no me lo va a creer. En este buen fin dicen los de Nexpresso que la tal cafetera cuesta $4,,035 pesos, Mentira. Y la ofrecen en 2,437 pesos como un precio baratísimo de este buen fin 2019. Qué mentirosos.
Eso es engañar a los consumidores. Eso es robarles en despoblado y con el engaño de una campaña anual de “precios bajos” llamada Buen Fin. No se la jalen señores comerciantes. Son ustedes la representación del capitalismo que envilece a los capitalistas y explota ya no a los trabajadores sino a las clases medias y acomodadas que pagan un artículo muy por encima de lo que vale. Sólo un estúpido puede creerles a estos señores de tienda de raya porfirista.
Hace dos años, la colega Tania Casasola, de El Universal, escribió en ese matutino: Según los resultados de una encuesta de la Canacope-Servytur, casi cuatro de cada 10 negocios implementará descuentos, dos de cada 10 utilizará estrategias de 2×1, mientras que dos de cada 10 dará regalos o muestras gratis y uno de cada 10 implementará otro tipo de promociones, como cupones y formas de pago, y sólo 1% expresó desinterés por participar, mientras que uno de cada 10 no participará.
Una gran cantidad de establecimientos utilizan algunas estrategias que podrían engañarte y convencerte de que estás haciendo una buena compra, pero ¿cómo saberlo?
Los engaños más comunes durante El Buen Fin: Resuelve tu deuda alerta que varios negocios utilizan el logotipo de El Buen Fin, pero no están registradas. Lo malo es que si tú compras algún producto con algún defecto no se podrá realizar un cambio de mercancía, ni podrás reclamar ante Profeco.
“Llévate 3 y paga 2.” Es la oferta más conocida y que te encontrarás en diversos establecimientos. También te podrás topar con precios fantasma que sólo escucharás y en tienda nunca aparecerá.
Cuando se trata de abarrotes, lo ideal es hacer las cuentas y ver cuánto estás pagando realmente por cada litro o kilogramo del producto, pues es posible que en realidad pagues más y además no necesites tantos productos.
En el caso de cualquier otro artículo, seguramente te pedirán que elijas algo de menor precio, lo que quiere decir que no comprarás algo de la misma calidad. ¿Cómo lo evitamos? Lo único que debemos hacer es apegarnos al presupuesto de compras. Esto quiere decir no comprar más ni menos. Sé que es tentador, advierte la compañera Casasola, obtener más de lo que tenías esperado, pero no siempre cumplen. Y si no encuentras lo que estabas buscando, sal de ahí y ve a otro lugar. – Durante el buen fin es común encontrar algunas prácticas engañosas en algunos comercios, como subir de manera previa el precio de los productos, para después difundir el “gran” descuento o promoción. Y la realidad es que el precio “reducido” es probablemente sólo el precio regular.
En otros años, la Profeco ha encontrado aumentos en algunos productos electrónicos de hasta el 30%. Tal vez te ha pasado que has visto o escuchado una súper oferta, asistes desde temprano a la tienda, pero ¡sorpresa!, lo que buscabas ya está agotado. El vendedor del lugar se te acerca, te habla de otras posibilidades, de muchas posibilidades. Tú no has comparado precios ni sus características, pero ya estando en la tienda, te entra la ansiedad por comprar y cuando al fin lo haces, aunque ya es muy tarde, te das cuenta que no era lo que te convenía. Por eso, no te dejes engañar por el tamaño o la cantidad de los descuentos, compara y fíjate que el precio final sea el más bajo. En estos casos puedes apoyarte en la herramienta Quién es quién en los precios, de la Profeco. – Meses sin intereses Si eres buen pagador El “Buen Fin” te puede dar ofertas interesantes a meses sin intereses con las que puedas comprar algo sin que le pagues intereses de más a los bancos y liquidarla en cómodas mensualidades. Pero si eres malo administrado tu tarjeta es mejor que del 17 al 20 de noviembre la dejes bajo llave en casa. Pero si decides utilizar tu tarjeta, verifica que en tu ticket de compra se lea “meses sin intereses”, pues en años anteriores, la oferta era esa, pero al final de cuentas los consumidores terminan pagando interés y endeudándose más de la cuenta.
En buen fin, el Buen Fin es más explotador que la tienda de raya de las hacienda porfiristas. Te despoja de tu efectivo. Te endeuda a lo tonto. Y lo que compraste, en la inmensa mayoría de los casos de consumidores, no lo necesitaba. Es pues un Buen Fin engaña Bonos.
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