CIUDAD DE MÉXICO.- Un nuevo informe revelado por The New York Times expuso que Uber recibió más de 400 mil denuncias de acoso en Uber entre 2017 y 2022 en Estados Unidos. Esta cifra, que equivale a una denuncia cada ocho minutos, contradice los reportes oficiales previos de la empresa, que solo había reconocido 12,522 casos graves de agresión sexual en ese periodo.
Los registros judiciales muestran que la magnitud del problema es mucho más grande de lo que la compañía había hecho público. A pesar de la gravedad del hallazgo, Uber no ha divulgado cifras posteriores a 2022, aunque los documentos sugieren que las denuncias han seguido en aumento.
En respuesta, Hannah Nilles, jefa de seguridad de Uber para las Américas, afirmó que “no existe un nivel ‘tolerable’ de agresión sexual”. También señaló que el 75% de los reportes eran de menor gravedad, como lenguaje inapropiado o insinuaciones sexuales. Sin embargo, admitió que estos incidentes no han sido auditados por la empresa y podrían incluir acusaciones falsas, utilizadas en algunos casos para obtener reembolsos.
Uber ha implementado herramientas como rastreo GPS en tiempo real, grabación de audio durante el viaje y un botón de emergencia, con la intención de reforzar la seguridad tanto para conductores como pasajeros. Sin embargo, estas funciones no han evitado incidentes graves.
Un ejemplo citado por Nilles fue el caso de una mujer en Houston, quien denunció haber sido violada por su conductor en diciembre de 2023, a pesar de que todas las funciones de seguridad estaban activadas. La investigación interna reveló que el conductor ya había sido señalado en dos ocasiones por conducta sexual inapropiada, pero permanecía activo en la plataforma hasta el nuevo incidente.
Miedo y silencio: el patrón de las agresiones
Uber reconoció que muchas agresiones sexuales no se reportan por miedo, vergüenza o porque los conductores conocen el domicilio de los pasajeros. Los informes también indican que los ataques siguen patrones: la mayoría de las víctimas son mujeres, los hechos ocurren principalmente de noche y tras salidas de bares, y los agresores suelen ser hombres con antecedentes de mala conducta.
Aunque Uber ha insistido en que el 99.9 % de los viajes se completan sin incidentes, la escala global de su operación hace que una mínima proporción represente miles de casos. La empresa asegura que trabaja para reducir las tasas de agresión, y que sus datos más recientes mostrarán una baja en las cifras respecto a 2017.
La controversia pone en duda el compromiso real de Uber con la seguridad de sus usuarios. Si bien la empresa ha dado pasos para prevenir incidentes, los casos no reportados, las fallas internas de seguimiento y la falta de transparencia generan desconfianza.
Por ahora, Uber enfrenta presión pública para rendir cuentas y mejorar de fondo su sistema de control, más allá de la tecnología y los discursos oficiales.
AM.MX/fm