Adrián García Aguirre / Campeche, Camp.
*El respeto a todo como única condición.
*Las condiciones y restricciones para conocer la zona.
*Visita a un sitio histórica y auténticamente natural.
*Se encuentra dentro de una Reserva de la Biósfera.
Desde antes de entrar a la reserva de Calakmul, en la selva de Campeche, se pueden explorar otros sitios como Balamkú, Chicanná, Becán, Xpuhil o Río Bec, formando una auténtica ruta, pues ir a la zona arqueológica implica entrar en un espacio natural y cultural con regulaciones específicas, y existe una logística que es importante conocer antes de lanzarse al viaje.
Horario, lunes a domingo, de 8:00 a. m a 5:00 p. m. Último acceso a las 4:00 p. m. y a diferencia de otros sitios arqueológicos, Calakmul implica tres pagos independientes, todos dentro de la Reserva de la Biósfera Calakmul, los cuales financian la conservación del ecosistema y el mantenimiento de las áreas protegidas:
Primer pago: en la entrada a la Reserva, como ayudantía ecológica obligatoria para recorrer los 60 km hasta el sitio.
Segundo pago: poco después, en el acceso al sitio arqueológico (a tu derecha, pasando el Museo).
Tercer pago: justo en el límite donde los vehículos deben estacionarse antes de ingresar a la antigua ciudad maya.
El Museo de la Naturaleza y Arqueología de Calakmul, ubicado en el kilómetro 20 de la reserva, no tiene costo adicional.
Se deben consultar los precios actualizados directamente en el sitio oficial, ya que pueden variar sin previo aviso en una punto geográfico e histórico que invita a entrar en una de las selvas más densas y biodiversas de Mesoamérica, área protegida por lo que nuestra presencia debe ser tan cuidadosa.
Este no es un lugar para improvisar: la distancia, el aislamiento y el entorno selvático exigen preparación, y aquí menos, es más: menos ruido, menos impacto, menos prisa, y más conexión, más respeto, más descubrimiento.
¿Qué llevar a la zona arqueológica de Calakmul? Agua suficiente: no hay puntos de venta ni servicios dentro de la zona arqueológica; repelente ecológico: la fauna es parte esencial del ecosistema, evita productos químicos agresivos.
Bloqueador solar biodegradable que nos proteja sin dañar el entorno natural, gorra o sombrero, lentes de sol y ropa ligera, de preferencia de manga larga: la sombra no siempre está garantizada y la humedad es constante.
Calzado cerrado, antiderrapante y cómodo: no es paseo urbano, es selva real.
Impermeable ligero: especialmente si la visita es entre mayo y octubre, cuando la lluvia es parte del paisaje.
Mochila compacta: lo justo, sin peso de más, cámara o celular con buena batería y almacenamiento: porque lo que se verá, vamos a querer recordarlo y compartirlo.
Sobre servicios en la zona: no hay tiendas, ni cajeros, ni señal constante de celular, y se debe planear todo antes de salir del último punto urbano, en Conhúas o Xpujil.
No hay restaurantes dentro del sitio, y se pueden encontrar opciones en el trayecto o en el Hotel Tren Maya Calakmul.
No hay guías oficiales disponibles en el sitio, y si queremos una visita guiada, hay que contratarla previamente en Campeche, Escárcega o Xpujil.
Y como gesto cívico, hay que asumir un comportamiento responsable en la zona arqueológica de Calakmul, como no dejar basura y llevar una bolsa para depositar los residuos los personales, pues la consigna es clara: entrar con todo lo que se necesita y salir con todo lo que llevamos.
Evitar reproducir música en altavoces, pues el silencio también es parte del atractivo y del respeto por la fauna.
No tocar ni subirse a estructuras no autorizadas, y aunque algunas áreas parecen accesibles, siguen en exploración arqueológica.
Respeta la fauna local: no alimentar a los animales, no acercarse más de lo necesario y evitar cualquier tipo de interacción invasiva.
Seguir los senderos marcados, no solamente por seguridad, sino porque salirse de ellos puede alterar el entorno ecológico.
En Calakmul no hay letreros de neón, ni pasarelas fotogénicas, ni cafés con wifi; pero si viajamos para descubrir, si se prefiere el silencio de la selva a las filas para la selfie, no hay souvenir que sustituya la experiencia.
Más que un lugar en el mapa, Calakmul es una pausa, una invitación a perderse unos momentos entre raíces, piedras y hojas de selva, en suma, reconectar con algo perdido que no sabíamos que estábamos buscando.
The post Calakmul, una pausa para reencontrar lo perdido appeared first on Almomento | Noticias, información nacional e internacional.