*El problema está entre lo que AMLO dice y lo que los mexicanos percibimos como realidad. Al federalizar el proyecto lo jodieron, debió mantener y replicar, en cada entidad federativa, el que él mismo creó cuando fue jefe de gobierno de esta Ciudad de México. Hoy, se atoró, pero no sabemos si engaña, se deja engañar o lo engañan
Gregorio Ortega Molina
El berrinche de AMLO durante su gira por Tabasco, recorrió las redes, alertó a los analistas políticos, a los médicos y a todo mexicano preocupado por su presente y su futuro. Imposible saber si él miente, se deja engañar ilusionado en un éxito que no llega, o con descaro la dan información falsa para que la venda en su discurso.
Hoy, como desde el día en que los presidentes de México iniciaron programas sociales clientelares, lo mismo que los que naufragaron en las buenas intenciones arrasados por la corrupción, el dinero no llega a donde debe llegar, o sólo lo hace parcialmente. Las metas en entrega de recursos frescos para, supuestamente, alejar del sicariato a los jóvenes y reactivar la economía, no se cumplen, ni se cumplirán.
Por lo que se anuncia como consecuencias económicas del covid-19, de la desconfianza de los empresarios nacionales, del resultado de las encuestas “coincidentemente” publicitadas al regreso de su frustrante gira al Macondo de la 4T, mejor conocido como Macuspana, más el desacierto en la elección de sus propios tiempos políticos, la recesión oficialmente menor a un dígito, previsiblemente no se profundizará, pero no podrá revertirse.
¿Quién le informa del estado de la entrega de esos recursos? Quien sea, lo engaña, pues ni siquiera en la Ciudad de México se cumple al 100. Ahí están las colas de los viejitos, intentando saber cuándo es que la promesa se hace realidad. Al modificar los modelos de entrega, abrieron las puertas a su propia corrupción, como parte de la regeneración nacional.
Pero para todo hay una excusa. En la crónica de Néstor Jiménez, de La Jornada, leemos: “El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que algunos de los apoyos sociales han tardado en llegar ante la falta de bancos en pequeños poblados. Además, ante los gritos dos manifestantes que pedían solución a problemáticas locales durante los actos que encabezó ayer en el municipio de Centla, Tabasco, sostuvo que se atenderán las causas justas, pero primero se resolverán las demandas de la sociedad y después los planteamientos particulares.
“Tras anunciar obras y programas para las zonas indígenas de esta entidad, señaló que en los humedales de esta región del país hay mucho petróleo, pero aseguró que no se explotarán para conservar esta reserva natural. En su estado natal, conminó a los tabasqueños a no sentirse avergonzados de sus raíces y mantener su cultura y lengua”.
El problema estriba entre lo que AMLO dice y lo que los mexicanos percibimos como realidad. Ahora quiere que los alcaldes donen terrenos para construir sucursales del Banco del Bienestar, ¿para cuántos clientes? Al federalizar el proyecto lo jodieron, debió mantener y replicar, en cada entidad federativa, el que él mismo creó cuando fue jefe de gobierno de esta Ciudad de México. Hoy, se atoró, pero no sabemos si engaña, se deja engañar o lo engañan.
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