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La realidad es que en la actualidad el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) no para de actualizarse
Si se toma como referencia hasta el mes de agosto, la inflación interanual superaba el 8.60%, algo que realmente afecta a toda la población en general, que con el paso de los días pueden ver que su poder adquisitivo, en base a sus ingresos, es cada vez menor.
Este porcentaje de inflación que fue informado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de acuerdo con opiniones de expertos, está afectando mucho a los micronegocios, que son en México una fuente importante de trabajo en todas las ciudades, el sostén de miles de familias. El problema es que las mercancías cada vez cuestan más, es difícil adquirirlas, y cuando se puede, no siempre se pueden vender a tiempo, porque la suba de precios también produce menos consumo.
Ante todas estas dificultades, lo que hacen muchos negocios pequeños es recurrir a préstamos en distintas entidades financieras. A partir de datos que va aportando la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), se pudo conocer que sólo en el año 2021, al menos el 24.5% de los pequeños negocios mexicanos tuvo que solicitar algún tipo de apoyo crediticio para poder continuar operando con normalidad y tranquilidad.
Sin ir más lejos, para ser un poco más precisos aún sobre el problema que este tipo de negocios está afrontando, desde la la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) expresaron en un reporte que, si se analiza un plazo de seis meses hacia atrás, los precios de la mercancía en general aumentaron en un estimado de 16.76%. A partir de eso, ante la búsqueda constante de poder ofrecer precios competitivos a los clientes, los micronegocios tienen que ajustar sus gastos y resignar utilidades.
En estos tiempos que son por demás complejos, sin dudas que para un pequeño negocio solicitar créditos en efectivo puede ser una buena alternativa, pero claro, es correcto y adecuado seguir consejos de especialistas. Para esos fines es bueno utilizar comparadores, definir si es sumamente necesario acceder al producto en cuestión, simular el crédito que se esté por solicitar, conocer cada uno de los términos y condiciones, entre otras cosas.
Por otro lado, es coherente y siempre recomendable antes de pedir cualquier crédito, que el pequeño comerciante pueda hacer un plan de negocio, organizar los pagos de plazos, definir costos de venta de mercancía que se compre con el dinero del financiamiento, entre otras cosas similares. De la mano de estas reflexiones sobre cómo optimizar el dinero que se recibe de un crédito, es fundamental tener un exhaustivo control de los gastos que se realizan, saber exactamente qué parte del presupuesto se destina a pagos de salarios o de renta y/o servicios.
Y para cerrar, hay que destacar que, según encuestas, el 20.6% de titulares de pequeños negocios afirmó que piensa solicitar en el mediano plazo un financiamiento. A esos fines, no dejar de decir que, si bien puede ser positivo como forma de crecimiento y expansión, los micronegocios deben pensar como algo realmente necesario invertir en tecnología cuanto antes, porque es una forma de eficientizar procesos y reducir costos.
Fuente Comunicae