Roberto Vizcaíno
Hay frases, dichos que la sabiduría popular usa para resumir la situación de un momento o de tal o cual persona.
Por ello, si hay problemas, es común escuchar esa de: ¡Vaya berenjenal en qué está metido!…
O si se quiere involucrar la cosa religiosa: es un viacrucis… o la simplicidad de: está metido en un atolladero…
Bueno, yo y no pocos, creemos que el presidente Andrés Manuel López Obrador vive hoy el despeñadero.
Quizá desde el 2 de enero de 2023 que en la Corte fue elegida la ministra Norma Piña como presidenta de esa institución, AMLO comenzó a dar tumbos.
De entrada la descalificó a ella y denostó a los otros ministros; se peleo con legisladores y los más altos funcionarios de Seguridad y del Gobierno de Joe Biden y exacerbó la ya mala relación comercial con Estados Unidos; igual casi rompe relaciones con el nuevo gobierno peruano y se empecinó en no entregar la presidencia de un mecanismo internacional regional.
Aquí las cosas se le agravaron al no disminuir la inseguridad y las ejecuciones que suman casi los 200 mil muertos, y al vivir casi simultáneamente la suspensión de la primera parte de su Plan B y una concentración masiva opositora que desbordó el Zócalo y centro de la ciudad de México, y otras muchas ciudades del país, con fuertes expresiones de mexicanos en el exterior.
La suspensión de la segunda parte de su Plan B por parte de un ministro de la Corte, lo tomó en medio de la muerte de ya 40 migrantes en un centro de detención federal en Ciudad Juárez bajo la responsabilidad de dos de sus secretarios, el canciller Marcelo Ebrard y el de Gobernación Adán Augusto López, que además son 2 de sus posibles sucesores.
El principal problema de esta tragedia, que tiene inocultables responsabilidades penales y de Estado porque fue provocada por celadores que recibieron ordenes superiores de no abrir las rejas que mantuvieron a los migrantes dentro de un recinto en llamas, se le atragantó al mandatario quien insensible no ha sabido procesar social, política, ética, moral ni mediáticamente el hecho.
Para su historia queda que, apenas ocurrida la tragedia, él intento ocultar un video incriminatorio, y echo la culpa a los migrantes fallecidos por haber iniciado el fuego, para luego dejar atrás el asunto y reír burlonamente por otro hecho.
AMLO andaba en estas cuando en San Lázaro, por falta de acuerdos, los diputados eligieron a 4 nuevos consejeros para el INE por la vía del Sorteo lo cual dejó fuera de la presidencia de ese organismo a su preferida, a Bertha María Alcalde Lujan, hija de una entrañable y cercanísima colaboradora suya y hermana de su secretaria de Trabajo.
En su lugar la suerte decidió que Lorenzo Córdova -a quien AMLO ve y señala como uno de sus peores y más odiados enemigos-, presidente saliente del INE, fuese reemplazado por Guadalupe Taddei, una mujer con una larga trayectoria y experiencia en cuestiones electorales quien al asumir el cargo, acompañada por Córdova y la estructura administrativa y política del INE puso inmediata y contundente distancia de AMLO y su Plan B que pretende dinamitar y destazar al sistema electoral e instituciones del ramo.
Un nuevo y definitivo golpe para el de Macuspana, quien llega así a la Semana Santa en uno de sus peores momentos como mandatario y político.
Su cruz marca graves y costosísimos fracasos en todos los sentidos, ineficiencias gubernamentales, confrontaciones insospechadas, gravísimas acusaciones de vínculos mafiosos por los que ya se señala a México como un narco-estado y al él lo prefiguran como el Manuel Antonio Noriega mexicano -al grado de que ya hay quienes hablan que lo ven con uniforme carcelario y tras las rejas de una prisión de Miami-, y con enemigos cada vez más grandes y poderosos.
Lo cierto es que a AMLO le encantan las confrontaciones y provocar rompimientos. El pleito es su naturaleza,. Pero el berenjenal en que está metido ya lo rebasó. La animadversión social crece. Donde vaya lo increpan.
Vive una sucesión abierta por él que se ha convertido en un caos entre sus posibles sucesores. Eso ya fracturó a su partido, a Morena. Unos jalan con una y otros en contra.
Pero lo más grave y riesgoso para él es su reto, abierta confrontación y falta de respeto para el Establishment norteamericano. Su caso está siendo procesado por la DEA, la cúpula militar, el Departamento de Estado, y las comisiones legislativas más poderosas del Congreso de EU, esas que mueven recursos y operaciones en Ucrania y oriente medio y el resto del mundo. Esas que contra lo que él piensa pueden armarle una buena fiesta aquí en el momento en que menos lo espere.
Como digo: la maraña de AMLO es grande y le resultará muy costosa. Ya sea por lo de dentro y por lo de fuera de México.
Acepto apuestas.
RECONCILIACIÓN, LA CLAVE DEL MOMENTO: MONREAL
Dentro de la contienda por la presidencia del país en 2024, Ricardo Monreal ha mostrado no sólo ser sensible a los momentos mexicanos, sino ser oportuno en sus observaciones de ellos.
Es así que certeramente esta Semana Santa llama a los mexicanos y evidentemente a los políticos y a su entorno de la 4T -que es el mismo de López Obrador-, a reflexionar y buscar soluciones los graves problemas de México.
“Estos días estamos trabajando aquí, en el Senado de la República… estás etapas, estas épocas, son para reconciliarse, son para dedicarlas a la familia y al disfrute y a la meditación, y a la reflexión dentro del barrio, la comunidad, con los vecinos, con todos hay que tener buenos propósitos y meditar y confiar en Dios…”
Vaya que lo necesitamos, digo yo.
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