Lilia Arellano
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“La primera riqueza es la salud”:
Ralph Waldo Emerson
- Se guarda el presidente frente a la crisis actual
- En total opacidad “liquidan” el fracasado Insabi
- El IMSS-Bienestar, carece de pies y cabeza para operar
- Con prisas, curuleros morenistas aprueban 13 reformas
- Resultó en una reunión “de café” la de los gobernadores
Podría decirse: “de cualquier manera Juan te llamas”. Si don Andrés Manuel solamente padece Covid-19 y su presentación personal o a través de un video se dará justo cuando se termine la cadena de “pendientes” sobre los cuales sería severamente criticado y tendría que dar la cara, bien por la recuperación, mal por la estrategia engañosa con la cual puede observarse, en los momentos más delicados para el país prevalece el engaño, las situaciones críticas en donde se encuentra el beneficio de “caer como anillo al dedo”.
Toda la atención gira en torno al estado de la salud del tabasqueño. Se cuentan por millones los envíos, a través de las redes, en los cuales se pone en duda solamente padezca Covid-19. Su ausencia, las cancelaciones de giras, de presentaciones, de la Cumbre a la cual le tenía mucha confianza para poder hacerse de un mediocre liderazgo en Latinoamérica, abonan a las dudas. Sin embargo don Adán Augusto no se ve preocupado, el Doctor Muerte López Gatell y su jefe, el titular de Salud, Jorge Alcocer, aparecen muy sonrientes, diríase felices y a ello contribuyó enterarse de haberles dado la responsabilidad de comprar y distribuir los medicamentos, actividades convertidas en uno de los mejores negocios del sexenio.
Inclusive, Alcocer, aseguró la aparición del primer mandatario el próximo viernes. El padecimiento dio pie a la estrategia o ¿la estrategia, el engaño, comenzó con el anuncio de la enfermedad? Porque justo estando el Ejecutivo ausente les da por la aprobación al vapor de 13 iniciativas. Los diputados trabajaron durante 24 horas lo no hecho durante meses. Apareció por encanto la desaparición del Insabi y como todos andan cuestionando lo de la salud, por ahora nadie exige rendición de cuentas, tampoco se cuestiona la entrega de la operación del Tren Maya al Ejército y menos aún se opina sobre el manejo del espacio y de la intromisión militar sobre la operación de la Seneam, de los encargados de brindar Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo. Silencio total en torno a la eliminación del Conacyt, entre otras.
Es para criticarse abiertamente ninguna de las iniciativas aprobadas cubrió el mandato del reglamento de la Cámara. No pasaron por Comisiones, los obedientes curuleros de Morena y aliados o cómplices o rémoras, se dieron a la tarea de votar sin conocer siquiera los contenidos y esto ha sido aceptado por el aspirante a la candidatura morenista al gobierno de Puebla, el cuestionado Ignacio Mier, quien, como se recordará, entre otras barbaridades declaró sobre los señalamientos a uno de sus pares y paisano acusado de violación a jóvenes: “si lo hizo, no fue en su horario de trabajo”. Ese Nacho, habla del envío de lo aprobado a la Cámara de Senadores, en donde tienen unas cuantas horas para aprobar o enviar a la congeladora, porque se ve difícil aprueban un periodo extraordinario a no ser ya esté preparada la agenda de temas a discutir.
Con Covid o sin él, con infartos o sin ellos, López Obrador logró la victimización, recuperar los porcentajes favorables hacia su persona, no a su gobierno. Pero como este régimen es el de la adoración personal perfectamente representado en las palabras de “Lord Molécula”: “Dios salve al presidente”, eludir hacerle frente a los errores cometidos, a una realidad alcanzada por encima de tantas mentiras y simulaciones, fue el objetivo. De ser cierto el contagio, fue debidamente aprovechado por las mentes puestas a la disposición de la defensa del tabasqueño, sin importar el grado de perversión con la cual acompañan sus decisiones.
EL INSABI VA PRIMERO
El martes fue negro al admitirse el rotundo fracaso del gobierno en materia de salud. Con 267 votos a favor, 222 en contra y una abstención, los diputados federales avalaron las reformas a la Ley General de Salud, con las cuales desaparecen el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), a tres años de su creación, y la atención médica de las decenas de miles de personas sin seguridad social pasan al IMSS- Bienestar, el cual ya arrastra serias deficiencias y será sobrepasada su capacidad de atención médica. El Insabi transferirá al IMSS-Bienestar recursos humanos, presupuestarios, financieros y materiales, así como los inmuebles, derechos y obligaciones, todo ello en un plazo de 180 días naturales luego de ser publicada la reforma.
A los diputados de Morena y sus aliados del PT y PVEM les urgía enterrar uno de los errores más terribles de este régimen, y para hacerlo poco importaron las discusiones y carecer del cumplimiento con los trámites legislativos. Desde hace cuatro años, seis ex secretarios de Salud federal pidieron no destruir el Seguro Popular porque la propuesta de AMLO, avalada por Morena y sus aliados en el Congreso para crear el Insabi, traería consecuencias graves para los mexicanos y enfermos de escasos recursos sin acceso a seguridad social, así como para la historia nacional de la cobertura gratuita de los servicios médicos. Tenían toda la razón. Y si a ello se agrega el nombramiento de un arqueólogo para poner en marcha tal Instituto, el fracaso estaba anunciado y garantizado.
El presidente López Obrador, en sus afanes de venganza contra el PAN y el PRI, desmanteló el proyecto de salud de los gobiernos anteriores. Los ex secretarios del ramo en una carta enviada el 5 de agosto de 2019, le pidieron no desaparecer el Seguro Popular pues se anularía uno de los avances más importantes de salud mexicano en este siglo. Chertorivski, Guillermo Soberón, Julio Frenk, José Ángel Córdova, Mercedes Juan López y José Narro Robles, advirtieron sobre el regreso de la centralización como eje del nuevo Instituto, lo cual alejaría la solución de los problemas, y por ello pidieron instalar una mesa de diálogo con la participación de expertos para evitar errores que resultaran en una regresión y deterioro de la salud de los mexicanos. AMLO los mandó al carajo y los atacó. Las consecuencias están a la vista.
Las advertencias de los ex funcionarios se cumplieron. La catástrofe está aquí y hasta los propios diputados de Morena, PT y PVEM lo admitieron al desaparecer el Insabi y sumarle toda la carga a los servicios del IMSS. Así, se quedan 53 millones de mexicanos en la indefensión, se dejan pendientes 40 millones de consultas y 3 mil 500 niñas y niños murieron por falta de medicamentos contra el cáncer y dejaron de surtirse otros tantos millones de recetas. El sistema de salud pública es catastrófico, causa muertes, está en plena crisis y se recuerdan los deseos del tabasqueño de convertirlo en un símil del brindado en Dinamarca, de contar con una asistencia médica única y otras ideas enmarcadas por lo deseado, pero no en lo posible.
Fieles a su estrategia de “culpar a los demás” de sus propios errores, los legisladores oficiales admitieron: “sí nos equivocamos; lo mejor que le puede pasar al pueblo es que corrijamos. No como antes que no se aceptaban errores”, tal señaló Margarita García G., de Oaxaca, quien aceptó el Insabi no funciono, y acusó: “Fue un problema de la herencia del pasado, no del presidente”, ¿del pasado? Ellos, los de la 4T lo inventaron, lo crearon, le dieron miles de millones de pesos ahora desaparecidos y sin forma alguna de lograr se rindan cuentas.
La administración federal, en el Insabi, fue incapaz de establecer reglas adecuadas de operación o de procesos. Ni siquiera los directores de los nosocomios tuvieron certezas del funcionamiento del nuevo sistema. Así, millones de mexicanos perdieron su derecho a la salud por la “equivocación” del régimen de la 4T al cual pertenecen los legisladores de Morena, PT y PVEM, corresponsables también de enterrar a cientos de miles de muertos, de quienes no recibieron atención o medicinas a tiempo, y a quienes hasta culparon de un “complot” en contra del ineficiente gobierno central, responsable de crímenes de lesa humanidad, a los cuales en su oportunidad deberá de responder. El colmo está en los funcionarios de la 4T culpando a los enfermos de formar parte de un complot orquestado en contra del mandato lopezobradorista y se les acusó, inclusive de golpistas, mientras niños y adultos con cáncer morían por falta de estudios, medicamentos y tratamientos oncológicos.
Ahora, en caso de que sea aprobada esta reforma en el Senado de la República en el actual periodo de sesiones, el IMSS-Bienestar deberá brindar atención médica a todos los mexicanos sin seguridad social en un plazo de seis meses y en 2024 habrá de consolidar el nuevo esquema para lograr se cumpla la oferta del Ejecutivo. Aunque habrá de verse quien estará a la cabeza porque el titular actual del IMSS-Bienestar Zoe Robledo, anda muy apurado promoviendo su candidatura al gobierno de Chiapas. ¿A quien le adjudicarán semejante paquete en caso de aprobarse al vapor una iniciativa tan delicada, tan importante? No se ve por ningún lado el cumplimiento “primero los pobres” o ¿se referían a ser éstos los primeros en morirse ya sea por mala salud o por hambre?
El IMSS-Bienestar tendrá a su cargo el manejo del Fideicomiso de Salud para el Bienestar, con el cual se fondeaba al Seguro Popular. Además, se prevé la necesidad de realizar convenios entre el IMSS ordinario y el nuevo organismo descentralizado para otorgar servicios de salud a la población sin seguridad social. Los convenios de coordinación entre IMSS-Bienestar y las entidades federativas tendrán una duración de “al menos 30 años”, de acuerdo con los artículos transitorios de la reforma. Y aún falta por conocer como quedará el esquema jurídico y las reacciones de empresarios y trabajadores quienes aportan las dos terceras partes de los ingresos a ese Instituto.
Los mexicanos sin seguridad social deberán de empadronarse en un Registro de Personas Beneficiaras del Sistema de Salud para el Bienestar, y participar en las actividades de “acción comunitaria correspondientes a la unidad médica de adscripción”. ¿¿??. Además, se establece serán transferidos los derechos laborales del personal del Insabi al IMSS-Bienestar o a la Secretaría de Salud, y el Servicio Nacional de Salud Pública será una unidad administrativa adscrita a la Secretaría de Salud la cual operará con los recursos que se le otorguen anualmente en el Presupuesto de Egresos de la Federación. O sea un auténtico margallate.
DE LOS PASILLOS
A toda prisa y antes de que concluya el segundo periodo ordinario de sesiones, correspondiente al segundo año de la 65 Legislatura, la bancada de Morena y sus aliados del PT y PVEM en la Cámara de Diputados avalaron, en una sola sesión, trece reformas, consideradas por la oposición como albazos legislativo. Cuatro fueron iniciativas que se votaron con dispensa de tramites en calidad de “urgente resolución” y las restantes fueron propuestas presidenciales que pasaron en “fast track” en Comisiones y de inmediato se turnaron al pleno. Éstas se refirieron a la extinción del Insabi; dar a Sedena la operación del Tren Maya “de forma definitiva”; ampliar facultades de Sedena para vigilar espacio aéreo; reforma para vender inmuebles; recaudación por visita de extranjeros al Tren Maya; extinción de Financiera Rural; extinción del Conacyt; y facultar a SFP para contratar bienes y servicios. Será la Función Pública juez y parte…
Interesantísima reunión de los gobernadores con el titular de Gobernación. Como es costumbre, los mandatarios ni siquiera sabían cuales temas se tratarían, como tampoco si estaría o no el presidente aunque fuese virtualmente. Trataron asuntos sobre seguridad y, para esa discusión, nada mejor que la presencia de Rosa Icela Rodríguez, “experta” en este renglón en el cual la cabeza es un general retirado y ausente y, a falta de una agenda real, llevaron al subsecretario de Derechos Humanos Alejandro Encinas, o sea ¿les tiró línea a los mandatarios locales sobre las denuncias de los abusos en sus estados? Naaaaa!!!
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