CIUDAD DE MÉXICO.— Petróleo de México (Pemex), la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (ASEA), así como el propio presidente Andrés Manuel López Obrador han optado por minimizar y normalizar un derrame de hidrocarburos de grandes proporciones en el Golfo de México, señalaron varias organizaciones ambientalistas, entre las que destacan Greenpeace México.
“Las organizaciones firmantes vemos con suma preocupación esta intención de negar hechos irrefutables y desatender los impactos que este tipo de desastres tienen en los ecosistemas marinos y en las comunidades que viven a lo largo de la costa del Golfo de México“, señalaron las ONGs en un comunicado.
Las denunciantes aseguraron que las comunicaciones que Pemex ha manejado respecto al derrame, han sido imprecisas y, en ocasiones, contradictorias. Además, destacaron que “la normalización de estos desastres lleva a la conclusión de que la situación es aún más grave de lo que parece”.
“Queda presente el temor de que lo que hemos observado estas semanas es en realidad el modus operandi habitual de las petroleras de la región, lo que a su vez implica que el daño ambiental que se está perpetrando permanece deliberadamente oculto y sin remediar. Señalamos con claridad que esta forma irresponsable de operación no es normal ni se debe minimizar”, apuntaron.
Considerando el derrame en junio de Balam Tango Bravo, la explosión de la plataforma Nohoch Alpha y el derrame de Balam Tango Alpha, este es el tercer desastre de gran escala en una misma zona por parte de Pemex en unas cuantas semanas. Ante ello, advirtieron que “continuaremos observando y comunicando desde la convicción de que no hay proyecto energético que justifique el sacrificio de poblaciones y territorios”.
Recordaron que el derrame en Balam Tango Bravo, de aproximadamente 200 metros cuadrado y potencialmente de crudo pesado, sigue sin ser sido explicado. “Queda pendiente conocer sus características, cómo se gestionó y qué impactos ha tenido y tendrá“. Sobre el derrame de Balam Tango Alpha, cuestionó la demora del cierre de los pozos, pues inició el 3 de julio, pero se cerraron los pozos para reparar la fuga 16 días después.
“Pemex ha proporcionado datos fuera de contexto que sólo han aportado confusión a la interpretación de la situación. Las organizaciones hemos aportado datos objetivos procedentes de imágenes satelitales y bibliografía científica, cuyo análisis coincide con los resultados publicados por el Instituto de Geografía de la UNAM en su comunicado del 22 de julio“, apuntaron las ONGs.
PEMEX se contradice y minimiza los impactos del derrame en el Golfo.
Señalamos las siguientes ambigüedades e inconsistencias que deben ser aclaradas.#LEER 👇https://t.co/7gbXyIl8zg
— Greenpeace México (@greenpeacemx) July 28, 2023
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EM/dsc