Hace exactamente dos años, el sureste de México despertó con un sonido que cambiaría su historia para siempre: el primer silbato del Tren Maya. Hoy, al conmemorarse su segundo aniversario de operaciones, el proyecto se consolida no solo como una obra de ingeniería sin precedentes, sino como el latido de un pueblo que decidió reclamar su futuro.
En una emotiva ceremonia encabezada por el director general de la empresa, Mtro Óscar David Lozano Águila, se rindió homenaje a la “gran familia Tren Maya“. Con palabras cargadas de sentimiento, el Director General recordó aquel inicio incierto donde la fe desafió al escepticismo. “El verdadero milagro de este proyecto no es la máquina; es la mano de ustedes que lo hace rodar“, expresó, reconociendo que detrás de cada kilómetro de vía está la disciplina y el sacrificio de miles de trabajadores.
Cifras que Transforman el Rostro de México
Lo que comenzó como una promesa es hoy una realidad palpable en números. Al cierre de este 2025, el Tren Maya ha logrado movilizar a más de 1.5 millones de pasajeros desde su inauguración. Este crecimiento no es menor: solo en el primer semestre de este año, el flujo de usuarios aumentó un 170% en comparación con el 2024, demostrando que tanto el turismo nacional (94% del total) como el internacional han adoptado al tren como su vía predilecta.
A lo largo de sus 1,554 kilómetros de recorrido, el tren conecta a cinco estados —Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo— a través de 34 estaciones y paraderos estratégicamente ubicados. Esta conectividad ha permitido que comunidades históricamente olvidadas hoy se integren a una dinámica económica que, según estimaciones de ONU-Hábitat, sacará de la pobreza a 1.1 millones de personaspara el año 2030.
Un Futuro de Larga Distancia
La celebración coincide con hitos operativos clave, como la puesta en marcha del servicio de larga distancia con el tren P’atal, que ofrece camarotes y áreas de comedor para travesías más profundas por la selva y el Caribe. Además, la Presidenta Claudia Sheinbaum ha reafirmado el compromiso de continuar este legado, integrando el tren de carga y la conexión con el Corredor Interoceánico.
“El Tren Maya es el reflejo de un México moderno, capaz y decidido”, concluyó el General Lozano. Hoy, el rugido del tren no es acero golpeando el riel; es el juramento permanente de que la fe siempre vencerá a la duda. En este segundo aniversario, México no sólo celebra una vía férrea, celebra la dignidad recuperada de todo un pueblo.


