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Los adultos mayores constituyen una población vulnerable al abuso y abandono, lo cual los hace más propensos a la depresión y la ansiedad. Es importante atenderlos y proveerles atención especializada: psicóloga Mariana Martínez Guillén, directora de Tu Mente Sana
En un país como México, donde la población de adultos mayores se triplicó en 30 años al pasar de cinco a 15.1 millones entre 1990 y 2020, la salud mental de las personas mayores de 60 años debe ocupar un lugar prioritario para los sistemas de salud y las familias.
Estas cifras están alineadas al proceso de envejecimiento de la población mundial y evidencian la necesidad de ocuparse de una parte prioritaria y poco visibilizada en este sector poblacional: la salud mental.
“En octubre, mes de la salud mental, vale la pena reconocer y visibilizar las necesidades de atención psicológica y psiquiátrica que requiere esta población para atender diversas condiciones que afectan su pleno desarrollo e integración social y familiar”, dijo Mariana Martínez Guillén, directora general de Tu Mente Sana, clínica de salud mental.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de una quinta parte de la población mundial de más de 60 años presenta algún trastorno mental o neural, y el 6,6% de la discapacidad en ese grupo de edad se atribuye a trastornos mentales y del sistema nervioso.
El organismo advierte que estos trastornos significan un 17,4% de los años vividos con discapacidad entre las personas de la tercera edad, siendo la demencia y la depresión los trastornos neuropsiquiátricos más comunes. A esto se suman trastornos de ansiedad, que se presentan en el 3.8% de la población de edad mayor.
“Los adultos mayores constituyen una población vulnerable al abuso y abandono. Se sabe que diez por ciento de los adultos mayores sufre algún tipo de maltrato, el cual los hace más propensos a la depresión y la ansiedad”, añadió.
De acuerdo con la OMS, la depresión afecta a un 7% de la población de ancianos en general y representa un 5.7% de los años vividos con una discapacidad entre las personas de 60 años y mayores. La demencia, por su parte, afecta las capacidades cognitivas y conductuales, limitando el desempeño autónomo de la persona. Este padecimiento afecta a 47.5 millones de personas en el mundo. Para 2030 la cifra será de 75.6 millones.
“Además de hacer promoción de la salud en este grupo poblacional y en su círculo cercano, es importante que las instituciones de salud atiendan las necesidades de este grupo poblacional capacitando a los profesionales de primer contacto en la identificación de problemas psicológicos y mentales para canalizar al paciente con el especialista correspondiente”, agregó la experta en salud mental.
Finalmente recordó que la salud mental y el bienestar emocional tienen la misma importancia en la edad mayor que en cualquier otro periodo de la vida, por lo que invitó a la población en general a informarse sobre su cuidado.
Fuente Comunicae