CAMPECHE.— El salvamento arqueológico derivado de la construcción del Tren Maya permitió adentrarse en áreas poco exploradas de la cultura maya; de esta forma, entre los poblados de Constitución, municipio de Calakmul, y Lechugal, en Escárcega, ambos en Campeche, se recuperaron 26 entierros humanos de la época prehispánica.
Entre octubre de 2022 y febrero de 2023, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), prospectó 20 metros a cada costado del eje vía, para liberar áreas propuestas por la Secretaría de la Defensa Nacional.
Una vez concluidas las labores de prospección, lideradas en primera instancia por el arqueólogo Eric Saloma García y después por el arqueólogo Alejandro Cañas Ortiz, se procedió a la excavación de los monumentos arqueológicos previamente registrados.
⇒ En diferentes puntos se registraron entierros humanos, la mayoría individuales, dispuestos en distintas formas: decúbito dorsal y lateral, extendido, flexionado, sedente; 10 de ellos acompañados de ofrendas.
#ÚLTIMAHORA: Descubren 26 entierros de antiguos mayas, entre los municipios de Calakmul y Escárcega, en Campeche
🔹Se recuperaron en uno de los frentes del Tramo 7 del Tren Maya; 10 estaban dentro de cistas
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📸 Alejandro Cool. pic.twitter.com/seYa3P5bjd
— INAH (@INAHmx) June 10, 2024
“De los 26 entierros, 59 por ciento se ubicaron en basamentos, y otro 35 por ciento en cimientos. En ciertos monumentos se recuperaron tres o cuatro contextos funerarios”, informó el arqueólogo Gustavo Alejandro Cool Argüelles al detallar que, con base en los tipos cerámicos recuperados, es probable que estos sitios fueron habitados entre los periodos Clásico Temprano y Tardío (250-900 d.C.).
De los 26 entierros humanos, una decena estaban dentro de cistas, las cuales consisten en un acomodo de piedras burdas; casi todas contenían los restos óseos de individuos que fueron ofrendados a estas edificaciones, salvo una, la cual contenía un cuenco cerámico, “de ahí que estamos en la discusión sobre si el contexto pudo ser funerario o no”.
Un ejemplo singular fueron cuatro entierros humanos –registrados en los restos de una vivienda–, dos de los cuales estaban en cistas, en posición flexionada y con objetos cerámicos dispuestos a la altura de los huesos del pie y las costillas. Los vestigios de la construcción se excavaron y deconstruyeron, es decir, se desmantelaron de forma controlada.
⇒ Otro entierro llamativo fue descubierto a 1.5 metros de profundidad, al centro de una plaza, “lo que señala la dedicación del individuo a este monumento”.
Aunque buena parte de las osamentas se encontró en malas condiciones de conservación, Cool Argüelles consideró que pueden brindar información importante sobre la dieta y el origen de estas poblaciones mayas antiguas, por medio de análisis de isótopos estables y de elementos traza.
Asimismo, finalizó, el estudio del patrón de asentamiento indica su adaptación a las condiciones ambientales, pues “a diferencia de otros lugares asentados en torno a fuentes de agua, en esta porción del sur de Campeche, en la que solo destaca la laguna de Silvituc, lo hicieron en la parte alta de cerros, aunque también contaban con aguadas y chultunes. La obtención del líquido era complicada, pero pudieron subsanar este problema”.
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EM/dsc