CIUDAD DE MÉXICO.- El Mundial de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México, ya tiene varios equipos clasificados, incluyendo a Irán, que aseguró su boleto durante la reciente Fecha FIFA de marzo. Sin embargo, su participación podría estar en riesgo debido a una nueva política migratoria impulsada por Donald Trump, que reactivaría la restricción de entrada a ciudadanos iraníes al territorio estadounidense, generando un potencial conflicto para la FIFA y el Comité Organizador del torneo.
El problema radica en una normativa implementada originalmente en 2017, durante el primer mandato de Trump, cuando incluyó a Irán en una “lista roja” que impedía la entrada de ciudadanos de ese país a los Estados Unidos. Aunque esta política fue eliminada por Joe Biden en 2021, tras su reciente reelección, Trump firmó una nueva orden ejecutiva denominada “Protecting the United States from Foreign Terrorists and Other”, que ampliaría esa lista a más de 40 países, incluyendo nuevamente a Irán.
IRÁN, AL MUNDIAL
La selección iraní consiguió su boleto al Mundial 2026 y es el tercer país clasificado a la cita mundialista (junto a Japón y Nueva Zelanda), además de los anfitriones Estados Unidos, México y Canadá
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— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) March 25, 2025
Hasta el momento, la FIFA no ha emitido un comunicado oficial sobre la situación, a pesar de que Gianni Infantino, presidente del organismo, se reunió recientemente con Donald Trump para tratar asuntos relacionados con la Copa del Mundo. No obstante, el tema de Irán no fue abordado públicamente, lo que deja muchas dudas sobre cómo procederá el ente rector del futbol mundial en caso de que se mantenga esta política restrictiva.
Una posible solución sería que Irán dispute sus partidos de la fase de grupos en Canadá o México, evitando así el conflicto diplomático que supondría su ingreso a territorio estadounidense. Esta alternativa, aunque viable, complicaría la logística del torneo y pondría en entredicho la equidad competitiva para los equipos involucrados, ya que los persas tendrían una “sede alterna” distinta a la de sus rivales.
Si la normativa de Trump se aplica sin excepciones, la FIFA se vería en la difícil posición de tener que decidir entre mantener a Irán en el Mundial o ceder ante las restricciones impuestas por el gobierno estadounidense.
Con el reloj avanzando y el Mundial acercándose, la FIFA tendrá que actuar rápidamente para evitar una crisis que podría empañar la imagen del torneo y afectar la relación entre el futbol y la política internacional. La pelota está ahora en la cancha de Infantino y del Comité Organizador.