CIUDAD DE MÉXICO.- En México, el matrimonio ya no es necesariamente “para toda la vida”. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2023, 33 de cada 100 matrimonios concluyeron en divorcio, lo que representa un crecimiento significativo en la última década.
La proporción de separaciones respecto a enlaces matrimoniales ha aumentado en 13 puntos porcentuales desde 2014, reflejando cambios profundos en la forma en que las parejas conciben las relaciones.
El número total de divorcios en 2023 fue de 163,587 casos, cifra que, aunque representa una ligera disminución del 1.9 % respecto a 2022, mantiene una tendencia general al alza. Para comparar, en 2021 se registraron 149,675 divorcios y en 2020, en plena pandemia, hubo 92,739 —una caída atribuida a la suspensión de actividades judiciales y administrativas.
De los divorcios en 2021, el 90 % se resolvió por la vía judicial y el 10 % por la vía administrativa, lo que muestra que la mayoría de las separaciones aún requieren un proceso legal más formal.
Una tendencia que crece desde hace más de una década
La tasa nacional de divorcios por cada 10,000 adultos pasó de 13.0 en 2012 a 16.9 en 2021. Además, en 2014, por cada 100 matrimonios celebrados, ocurrían 19.6 divorcios; para 2023, la cifra subió a 32.6, lo que significa un cambio sustancial en menos de 10 años.
Especialistas en temas de familia y derecho civil señalan que este aumento responde a múltiples factores:
Mayor independencia económica, especialmente en mujeres, que facilita la separación.
Cambios culturales que normalizan el divorcio como una opción legítima.
Reformas legales que han simplificado el trámite, como el divorcio incausado.
Mayor conciencia sobre relaciones saludables y rechazo a dinámicas de violencia o desigualdad.
Perfil de los matrimonios que se disuelven
El Inegi detalla que la duración promedio de los matrimonios que terminan en divorcio es de 17.9 años. La edad media al momento de la separación es de 36.6 años en mujeres y 38.3 en hombres, lo que indica que muchas rupturas ocurren después de una etapa considerable de vida en común, no solo en los primeros años.
La mayoría de los divorcios corresponde a parejas que se casaron por la vía civil, aunque también hay un porcentaje que combina ceremonia religiosa y registro legal. En términos de hijos, un número creciente de separaciones involucra a parejas sin descendencia, lo que según especialistas puede reflejar un cambio en las prioridades de vida de los jóvenes.
México en contexto internacional
Aunque la proporción de divorcios en México aún es menor que en países como España, Estados Unidos o Portugal —donde el índice supera el 50 %—, el ritmo de crecimiento es más acelerado. Esto plantea retos en términos de políticas públicas de apoyo a familias y educación emocional y financiera para parejas.
Reflexión final
El matrimonio en México atraviesa un proceso de transformación. Mientras para generaciones anteriores el divorcio era visto como un último recurso o incluso un estigma, hoy se percibe como una decisión legítima para priorizar el bienestar personal. Con una tendencia que muestra incrementos constantes, es probable que en pocos años el país se acerque a los índices de naciones con mayor número de separaciones en el mundo.
AM.MX/fm