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lunes, julio 7, 2025

Greenpeace se manifesta en Semanart QRoo; ¡No más Calicas en la Selva Maya!

CANCÚN.- La organización ambientalista Greenpeace México realizó este lunes una protesta en las instalaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en Cancún, como parte de su campaña “México al grito de Selva”, para exigir el alto inmediato a las autorizaciones que permiten la explotación de bancos de material pétreo –conocidos como sascaberas– en la Selva Maya.

Desde el techo del edificio, activistas escalaron y desplegaron una manta con el mensaje: “SEMARNAT: ¡No más Calicas en la Selva Maya!”, en alusión al modelo extractivo operado por Calizas Industriales del Carmen (Calica), filial de Vulcan Materials Company, cuya mina fue clausurada en 2022 tras años de impacto ambiental en Playa del Carmen.

Al mismo tiempo, otro grupo vertió material pétreo frente a la entrada del recinto, como símbolo de la explotación que —según denuncian— ha recibido autorización oficial en distintas zonas del sureste mexicano.

“Este modelo continúa expandiéndose por la península de Yucatán, actualmente, con permisos otorgados a otras empresas como Cemex y a la SEDENA”, advirtió Carlos Samayoa, coordinador de la campaña de Greenpeace.

Denuncias de activistas 

Los manifestantes destacaron que uno de los casos más recientes es el de CEMEX, que recibió luz verde para deforestar y dinamitar cerca de 650 hectáreas de selva virgen en inmediaciones de Tulum. Según la propia Manifestación de Impacto Ambiental del proyecto, el banco de materiales tiene como finalidad abastecer de insumos pétreos a megaproyectos como el Tren Maya, así como a la industria inmobiliaria y turística.

Las organizaciones denunciaron que estos desarrollos extractivos ya impactan directamente a comunidades como Francisco Uh May, cuyos habitantes, según Greenpeace, no han recibido una consulta libre, previa ni informada. También alertaron sobre el daño potencial al acuífero subterráneo, que constituye una de las principales reservas de agua dulce de México.


“Estamos aquí porque no podemos seguir perdiendo nuestra selva a este ritmo alarmante. La Semarnat tiene que poner un alto de verdad a la depredación de la Selva Maya (…) parecería que en lugar de terminar con esta devastación, sólo se nacionalizó, y ahora se está autorizando a trasnacionales mexicanas como Cemex a seguir ese modelo mortífero que debe ser detenido cuanto antes”, declaró Carlos Samayoa.

Daños en la selva de la Península de Yucatán

De acuerdo con Greenpeace, las sascaberas ya han destruido cerca de 10 mil hectáreas de selva en la Península de Yucatán, impulsadas por el crecimiento urbano desregulado y por megaproyectos federales. Además, recordaron que aunque la SEMARNAT reconoció recientemente los impactos del Tren Maya, aún falta un plan integral de protección que contemple tanto la superficie forestal como el subsuelo.

“Necesitamos que los tomadores de decisiones, en sus diferentes niveles, pero sobre todo a escala federal, paren esta devastación”, añadió Samayoa, subrayando la urgencia de detener el avance de nuevos proyectos que replican el modelo extractivista de Calica bajo nuevos nombres.

Greenpeace concluyó su acción demandando que la SEMARNAT abra un canal efectivo de diálogo con organizaciones y comunidades para garantizar la protección real de la Selva Maya, un ecosistema clave frente a la crisis climática global.

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