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viernes, noviembre 22, 2024

Grosella, el pigmento que de niños saboreamos

Si eres mexicano y pasaste tu infancia en el país, lo más probable es que hayas consumido un dulce color entre  vino y rojo; esos que te pintaban la lengua y que era divertido comerlos en paletas de hielo, congeladas, bolis o refrescos. Y es que ¿quién no pensó alguna vez que la lengua se le quedaría color grosella? Sin lugar a dudas son recuerdos que se atesoran con cariño: el sabor ácido-dulce es un regalo que nos da la grosella.

¿De dónde se saca?

La grosella es una baya silvestre que crece en diversas variedades de arbustos y se les llama groselleros. La particularidad de su cosecha se debe a que son frutos no climatéricos, es decir, que no maduran después de cosecharlas. Debido a ello, la recolección debe realizarse en un momento justo. 

Aunque a la grosella generalmente se le atribuyen tonos rojizos; también se encuentra en color negra y blanco. 


En un inicio, a la grosella se le atribuían propiedades medicinales y por eso el uso culinario llegó posteriormente. Se creía que servía para mejorar la digestión y para ayudar al tratamiento de la fiebre; creencia que sigue siendo muy popular entre algunas personas. Debido a esto, tomar jugo de grosella se considera bueno para la salud.

El primer registro que se tiene hasta el momento de este ingrediente, fue en un manuscrito alemán del siglo XV. Sin embargo, la variedad que ahí se registra es la Ribes nigrum, un tipo de grosella que se caracteriza por tener un color oscuro y un sabor fuerte. Por lo anterior, no se hizo popular hasta que, en el siglo XVI, comenzaron a consumirse las grosellas rojas. 

En la actualidad, en Europa es común comerlas en postres, mermeladas o incluso en aguas carbonatadas. En países como Gran Bretaña, el 95% de su producción, se utiliza para la realización de una bebida llamada Ribena. 

Aunque también es posible utilizarla para la elaboración de la salsa cumberland; acompañante usual en las recetas de carne de animales de casa. 

Otro uso que se le da a las bayas, es para el mundialmente conocido licor de cassis. Una bebida alcohólica que se utiliza en la realización de algunos pasteles alemanes, como el pastel selva negra. También es utilizado para hacer otros postres en la pastelería moderna. 

En México, hay personas que se encargan de cultivar grosellas, pues puede darse bien en al clima cálidos, por ello en Morelos y en Yucatán se planta la variedad Phyllanthus acidus. En la península de Yucatán las grosellas se consumen con dulces de almíbar.

Para los interesados, es posible adquirir los arbustos de grosella en el vivero de Yautepec y de esta forma se puede cultivar en casa

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