Rajak B. Kadjieff / Moscú
*Vladímir rechazó al principio a los judíos jázaros.
*Finalmente aceptó las enseñanzas de un filósofo griego.
*Las opciones planteadas eran el islamismo o el cristianismo.
*Eligió la segunda religión y se volvió ejemplo de devoción.
*Tuvo objetivos estratégicos al adoptar esa creencia.
*Los diversos lazos entre la Rus de Kiev y Bizancio.
Después de los enviados del Papa, el príncipe Vladímir de la Rus de Kiev recibió la visita de los judíos jázaros, luego haber estado en campañas militares contra Jazaria e imponerles tributos; pero al gobernante no le impresionaba la relación entre Dios y sus creyentes que había expulsado de su tierra, convirtiéndolos en un pueblo errante, por lo que los rechazó así:
“¿Cómo puedes enseñar a otros cuando tú mismo has sido rechazado por Dios y dispersado? Si Dios os amara a vosotros y a vuestra ley, no estaríais dispersos por tierras extranjeras. ¿O acaso deseas lo mismo para nosotros?”.
Según la Crónica Primaria o Leyenda de los Años Pasados , a continuación, Vladímir recibió la visita de un filósofo griego, critico de otras religiones, quien explicó al príncipe con detalle la esencia del cristianismo ortodoxo griego y su fe en un hombre crucificado.
Vladímir quedó impresionado; pero decidió tomarse un tiempo para pensar y elegir entre el islamismo y el cristianismo enviando a sus emisarios de confianza a observar los ritos y servicios religiosos de esas dos confesiones.
A sus enviados no les gustó lo que vieron en las mezquitas; sin embargo, se sintieron profundamente conmovidos por las bondades en la iglesia griega, y al regresar a casa, le dijeron a Vladímir:
“No hay otro espectáculo y belleza semejante en la Tierra, y no sabemos cómo describirlo. Sólo sabemos que Dios está con esa gente, y que su bondad y misericordia son mejores que en todos los demás países”.
¿Por qué adoptar el cristianismo fue una ventaja para Rusia? Ni que decir , pues tiene tanto que los historiadores rusos y occidentales han dado numerosas explicaciones pragmáticas a la elección que hizo la antigua Rus en favor del cristianismo griego.
Según el historiador de la Academia de Ciencias de Moscú,Vasili Kliuchevski, el principal objetivo estratégico de los príncipes de Kiev fue proteger sus fronteras de un ataque de un enemigo externo y asegurar las rutas comerciales extranjeras.
Vladímir tenía que asegurarse de que las tierras y tribus que vivían en las tierras ocupadas, que se habían unido recientemente bajo su gobierno; pero que aún estaban fragmentadas, pagaran los impuestos a tiempo, fueran leales a su gobierno y lo sirvieran en caso de un ataque externo.
Kliuchevsk opina que, la conversión de Rusia al cristianismo -y en concreto a la forma de cristianismo procedente de Bizancio- se había visto facilitada por los numerosos lazos culturales, comerciales y políticos que existían entre la Rus de Kiev y Bizancio.
En parte, también fue impulsado por el deseo de Bizancio de “domesticar” a un vecino que estaba cargado de energía para expandirse, al recordarse que los príncipes varegos -o vikingos- se mantenían presentes de una u otra forma.
Para evitar las incursiones de los beligerantes paganos blancos, rubios y pelirrojos, belicosos y violentos, el emperador bizantino, mucho antes del reinado de Vladímir, había enviado diplomáticos y misiones personales a la Rus de Kiev.
Además, Vladímir quería sin duda beneficiarse de su conversión al cristianismo griego, y 988, capturó la ciudad bizantina de Korsun -la actual Jerson o Quersoneso en la península de Crimea- y exigió a cambio de la paz casarse con la hermana del emperador, la princesa Anna.
Bajo la amenaza de que Vladímir invadiera Constantinopla, el emperador aceptó; pero exigió que Vladímir se convirtiera al cristianismo, y según la leyenda, fue bautizado en Korsun, durando tanto el recuerdo de sus buenas obras, que en el siglo XIX se erigió en el lugar la catedral de San Vladímir.
Casarse con Anna fue, en primer lugar, un signo de prestigio para Vladímir, a quien ya no se consideraba un príncipe pagano bárbaro, sino un pariente del propio emperador, y de ello da cuenta la Leyenda de los Años Pasados o Crónica Primaria, que subraya el cambio milagroso que se produjo en el carácter del príncipe tras su bautismo.
Entre sus primeras acciones para mostrar la mudanza en su pensamiento, al parecer renunció a la fornicación y se volvió virtuoso y misericordioso, como nadie entre sus súbditos, que le mostraron devoción y acercamiento.
Cuando llegó a Kiev, la princesa Ana fue acompañada por clérigos bizantinos y ministros de la iglesia, que comenzaron a convertir a los rusos al cristianismo, a difundir la alfabetización y a enseñar la Ley de Dios.
En cualquier caso, sean cuales sean las verdaderas razones y las circunstancias por las que el príncipe Vladímir se convirtió al cristianismo oriental, el acontecimiento tuvo lugar en el periodo indicado y tuvo enormes y trascendentales consecuencias para la historia y el futuro de Rusia.
El príncipe Vladímir fue canonizado en igualdad que los Apóstoles, y pasó a ser conocido popularmente como Vladímir, el Sol Hermoso.
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