*“Te sometes a la tiranía cuando renuncias a la diferencia entre lo que quieres oír y lo que oyes realmente… La primera manera es la hostilidad declarada a la realidad verificable, que asume la forma de presentar las invenciones y las mentiras como si fueran hechos… La siguiente manera es el pensamiento mágico, es decir la aceptación descarada de las contradicciones… y, la última manera es la fe (confianza) que se deposita en quien no la merece”. Los prebostes de la 4T son delincuentes políticos, pues a sabiendas del modo en que propician el engaño, se manifiestan felices por el uso y abuso político de los plásticos del bienestar
Gregorio Ortega Molina
¿Fue necesario anular al Poder Judicial de la Federación, reformado entre diciembre de 1994 y febrero de 1995, para asentar los cimientos de una 4T sin proyecto de nación y con desprecio al mandato constitucional?
Los resultados inmediatos nos permitirán constatar si la 4T debía transitar por ese camino, o debió revisar lo que realmente es la Fiscalía General de la República, organismo donde realmente se determina la libertad de los presuntos infractores de la ley, de todo calibre, desde el robo y la prostitución, hasta el feminicidio, la desaparición de personas, el asesinato y, notoriamente el violento narcotráfico.
Puede constatarse en el archivo del periodo en que el presidente de la SCJN y del CJF fue Mariano Azuela Güitrón, hijo de Mariano Azuela Rivera y nieto de Mariano Azuela González. Los jueces, tan denostados por la 4T, magistrados y ministros tienen la obligación legal y jurisdiccional de sustentar sus decisiones en las carpetas de investigación y, para beneficio de los delincuentes, no pocas ocasiones están mal integradas. En ese contexto, la corrupción inicia en las corporaciones que detienen a los presuntos delincuentes, y en los escritorios de los MP, que proceden de acuerdo a los intereses del fiscal general o del titular del Ejecutivo.
Así sucede porque los “dinos” de la 4T anhelan una concentración absoluta del poder. Para evitarlo, debiera reformarse al Poder Ejecutivo y al Legislativo, que es donde anidan pudrición, uniformidad y corrupción. Todos anhelan vivir como en Palenque.
Ante la inminencia de la pudrición, sugiero la relectura de Timothy Snyder, notoriamente Sobre la tiranía. Veinte lecciones para aprender del siglo XX, en donde nos advierte:
“Te sometes a la tiranía cuando renuncias a la diferencia entre lo que quieres oír y lo que oyes realmente.
“… La primera manera es la hostilidad declarada a la realidad verificable, que asume la forma de presentar las invenciones y las mentiras como si fueran hechos.
“… La siguiente manera es el pensamiento mágico, es decir la aceptación descarada de las contradicciones… y
“… La última manera es la fe (confianza) que se deposita en quien no la merece”.
Los prebostes de la 4T son delincuentes políticos, pues a sabiendas del modo en que propician el engaño, se manifiestan felices por el uso y abuso político de los plásticos del bienestar.
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