CIUDAD DE MÉXICO.- Leer a grandes autores como Juan Rulfo, Sor Juana o Julio Verne ya no es exclusivo del español o el inglés. Ahora, muchas de esas obras que todo el mundo conoce también pueden leerse en lenguas indígenas mexicanas . Una iniciativa cultural busca que los pueblos originarios tengan acceso a estos libros en su propia lengua.
Las letras del mundo en idiomas originales.
El Centro de Documentación en Educación Intercultural impulsa este proyecto. Su idea es sencilla pero poderosa: que las comunidades indígenas puedan disfrutar de cuentos, novelas y poemas famosos, escritos en sus lenguas maternas. Esto no solo ayuda a preservar sus idiomas , también abre la puerta a nuevas generaciones para que lean historias que han marcado a millones de personas en todo el mundo.
Entre los libros traducidos hay verdaderos clásicos. Por ejemplo, “El Principito” ya se puede leerya se puede leer en otomí del Valle del Mezquital y en náhuatl de la Huasteca . También hay cuentos dey en náhuatl de la Huasteca . También hay cuentos de Hans Christian Andersen , como El Patito Feo. y El Traje Nuevo del Emperador , en puréy El Traje Nuevo del Emperador , en purépecha , tzeltal y bachajón .y bachajón .
Clásicos universales al alcance de todos
Las traducciones incluyen títulos para todas las edades. La famosa obra “El Llano en Llamas” de Juan Rulfo puede leerse en otomí , náhuatl , mixteco , tarasco ,de Juan Rulfo puede leerse en otomí, náhuatl, mixteco, tarasco, chontal y más. También existe una edición especial de “Sor Juana para niños” enen otomí, y para los fans de la aventura, los libros de Julio Verne como Viaje al Centro de la Tierra y De la Tierra a la Luna ya están disponibles en mixe ,como Viaje al Centro de la Tierra y De la Tierra a la Luna ya están disponibles en mixe, náhuatl y mixteco.
Uno de los textos más traducidos es la Biblia , que en su versión del Nuevo Testamento ya está en lenguas como el zapoteco , mazateco , mixe , maya , tarahumara y otras.
Una puerta para conocer el mundo.
En México existen 68 lenguas indígenas que forman parte de la riqueza cultural del país. Gracias a estas traducciones, niñas, niños, jóvenes y adultos de distintas comunidades pueden descubrir historias que antes solo podían leer en español. Y lo mejor es que este intercambio también nos invita a los demás a acercarnos a la literatura y la visión del mundo de los pueblos originarios.
Esta iniciativa no solo preserva las lenguas, también permite que las personas que las hablan se conecten con el mundo a través de los libros. ¿Te imaginas leer Don Quijote en náhuatl o El Principito en maya? Ahora es posible.
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