Teresa Gil
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Las movilizaciones que el clero católico anuncia en contra del proyecto de seguridad del gobierno actual, están fijadas para el 10 de julio. No quisieron acercarse al famoso 12 de julio, el de allá en 1859, en el que el gobierno nacionalizó la propiedad eclesial del 52 por ciento de los bienes que tenían en “manos muertas”. La situación actual no tiene la dimensión de entonces cuando en esa fecha 12 de julio Benito Juárez expidió la ley de desamortización y nacionalización de los bienes del clero e incorporó con carácter definitivo el registro civil a la institución pública. Las acciones que anuncia el clero para el 10 de julio en busca de lo que llama justicia y paz, tienen una raigambre de protesta que podría ser considerada justa si estuviera en la historia reciente de ese rito. Pero no ha sido así y hay claras evidencias de que las autoridades católicas han tenido una relación estrecha con algunos gobiernos priístas y panistas y han centrado sus baterías opositoras a este gobierno porque lo consideran de izquierda. Las acciones anunciadas tienen pequeñas aunque certeras omisiones nada menos que en la Constitución y sus refornas posteriores de los artículos 24, 27 fracción segunda y el 130. Unos párrafos por ahí dicen tajantemente que los religiosos no pueden criticar disposiciones legales del gobierno del país y si se recuerda cual es la persistencia de algunos obispos y curas de pueblos en esta ocasión, las críticas se están enfocando al proyecto de seguridad del actual sexenio que desde luego se afianza en disposiciones jurídicas.
TEMPLOS SON PROPIEDAD DE LA NACIÓN. BIENES AL CLERO, LOS NECESARIOS
En su momento la Conferencia del Episcopado reconoció que tiene 95 diócesis funcionando en el país, con 7 mil 165 parroquias, mas otros bienes inmuebles que ascienden a 5 mil 786 que ha cifrado en 8 mil 494 fieles por cada uno. Las cifras cambian a veces en descenso por la disminución de católicos, aunque la jerarquía los sitúa en 110 millones. Como dato curioso en las bibliotecas digitales mencionan a Puebla como el estado que más iglesias tiene para recalcar su mochismo que según la cifra sería de 288, todas propiedad de la nación, parte del patrimonio nacional incluyendo los bellos ángeles de materiales que adornan algunas de esas iglesias. En las reformas de los años noventa se abrió el espacio para que el clero pudiera tener bienes propios siempre que fueran para su estricto uso. Eso lo aplican en las muchas actividades que realizan, escuelas, universidades, clínicas, consultorios, etcétera. A diferencia de muchos países en el mundo que carecen de un mochismo religioso, países como México y otros que tienen un alto porcentaje de religiosos, funcionan como un estado paralelo con normas propias que a veces desbarran las leyes obligatorias. Pese a ello hablan de paz y justicia en un arranque de rebeldía, como el que ahora están organizando para criticar los proyectos del estado. Aunque pretextan la muerte lamentable de los jesuitas de la Tarahumara, en el fondo es el ansia del poder.
TEMAS QUE SE TOCAN POCO: EXCLAUSTRACIÓN DE MONJAS Y MONJES
Una orden que dieron las leyes de Reforma y que se toca poco es la exclaustración de monjas Y que desde luego alcanzaba a todos los monjes que había en los conventos. Un tema que no parece importar ni siquiera a las feministas beligerantes, porque las monjas en muchos casos siguen enclaustradas.. Quizá porque la posición voluntaria de miles de mujeres que por vocación, necesidad o ignorancia asumieron esas vida, no es asunto que interese al estado ni a nadie. De hecho trasciende poco la vida de mujeres que dedican en forma permanente su actividad a los hombres de esa iglesia. Algunas ha sido vulneradas y utilizadas por los propios curas. Hay en las interioridades de las iglesias secretos que ellos comparten y que a veces agreden los derechos humanos. Uno de ellos que finalmente se expuso al público es la pederastia que podría tener relación con el celibato que impone la iglesia católica. En 2020 se hablaba en México, de 426 sacerdotes sometidos a denuncias, pero respecto a cuyo procesamiento nadie sabe, cosa que ahora que el clero busca justicia y paz, debería de plantear en su interiores para librarse de esa manera de culpas. Se sabe incluso de altos jerarcas que favorecieron a sacerdotes acusados y uno de ellos fue el primado Norberto Rivera. Temas que la jerarquía no debe de olvidar, ahora que beligerante le da por salir a la calle, sin querer reconocer culpas.