Edgar González Martínez
Nada ni nadie parece perturbar la determinación de los trabajadores mexicanos en EU, que siguen elevando el monto de las remesas a México. En mayo de 2022, los ingresos por remesas provenientes del exterior alcanzaron un nivel de 5,172 millones de dólares, lo que significó un crecimiento anual de 14.3%. El monto acumulado de los ingresos por remesas en el periodo enero – mayo de 2022 ascendió a 22,413 millones de dólares, superior al de 19,190 millones de dólares reportado en el mismo lapso de 2021 y que implicó una expansión anual de 16.8%. En el periodo enero – mayo de 2022, el 98.8% del total de los ingresos por remesas se realizó a través de transferencias electrónicas, al situarse en 22,150 millones de dólares.
No son poco los analistas que se preguntan cómo en medio de una crisis las empresas siguen aumentando contrataciones y pagando puntualmente a sus trabajadores. Los empresarios tienen presente que desde 1970 no tenían las dificultades que hoy enfrentan, pero al parecer se muestran confiados que la recesión será leve y pasajera. No hay otra explicación, cuando en Wall Street hay un verdadero ambiente de pánico. Sí, todas las acciones están cayendo, algunas ya van en 20% menos que al principio del año, e inclusive volvió a ponerse de moda el Indice de Volatilidad, el tristemente famoso CBOE, mejor conocido como el Indicador del Miedo. Es más, empieza a circular en Wall Street que el gobierno tiene en puerta un nuevo impuesto a las ganancias corporativas.
Pero regresemos a las remesas. ¿Por qué aumentaron en mayo? En opinión de analistas de BBVA México, mayo es el mes del año que generalmente se reciben más remesas, se perciben 17% más recursos que otros meses del año, en promedio durante los últimos 10 años. La razón que explica este crecimiento son los recursos adicionales enviados para el festejo del “Día de la Madre”. Generalmente, la población migrante mexicana en Estados Unidos manda remesas adicionales a las comunidades en México por esta conmemoración: para que las madres, esposas, abuelas, hermanas y/o tías puedan tener recursos para sus gastos o algún presente, o para algún festejo que se realice en familia por esta fecha.
No obstante, este flujo de divisas puede suspenderse o disminuir drásticamente. Ahí está el programa Migrant Protection Protocols (MPP), comúnmente conocido como “Quédate en México”, fue iniciado en 2019 por la administración del presidente Trump con el objetivo de desalentar la llegada de migrantes que solicitaban asilo en Estados Unidos. Bajo los lineamientos del programa, toda persona que acuda a un punto fronterizo a solicitar asilo en Estados Unidos deberá permanecer en el país fronterizo hasta que se resuelva su situación migratoria o de refugio. Así, decenas de miles de solicitantes de asilo tuvieron que permanecer en México en espera de las audiencias con los jueces y para la resolución de su petición de asilo.
Desde el inicio del programa, en enero de 2019, hasta el término de la administración Trump, en enero de 2021, más de 71,000 personas has sido sujetas al MPP. La mayoría eran originarios de Honduras, Guatemala, Cuba, El Salvador y Ecuador. Se sabe que muchas personas, desalentadas por esta política, abandonaron el proceso y retornaron a sus países de origen, mientras que otras permanecieron por largo tiempo en las principales ciudades fronterizas de México. Como se puede observar en la gráfica, la gran mayoría de los casos de personas asignadas al MPP ocurrieron entre abril de 2019 y marzo de 2020. Con el cierre de las fronteras y las políticas de confinamiento y restricciones a la movilidad por la crisis por Covid-19, entre abril de 2020 y enero de 2021, se registraron alrededor de 600 casos mensuales en promedio.
Con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos a finales de enero de 2021, una de sus primeras acciones fue terminar el MPP, dejando cerca de 29,000 casos todavía pendientes que continuaron su proceso. A finales de 2021, diversos recursos judiciales interpuestos por algunos estados reinstalaron el MPP, con lo que inició lo que comúnmente se le denomina MPP 2.0 (mientras que al anterior se le denomina MPP 1.0). Entre diciembre de 2021 y mayo de 2022, 5,114 personas fueron asignados a nuevos casos del MPP 2.0 (TRAC, 2022).
La administración Biden estableció para el 23 de mayo de 2022 una nueva fecha para el término del MPP, pero nuevamente fue bloqueado por la resolución de un juez. Por fin, el día de ayer 30 de junio, la Suprema Corte de Justicia en Estados Unidos determinó que el presidente Biden tiene facultades para terminar el MPP, con lo que se espera que próximamente el gobierno federal emita la orden para acabar con el programa.
Crédito de la banca comercial mayo 2022
El crédito de la banca comercial al sector privado en mayo cerró con un saldo de $5,044.1 miles de millones de pesos (mmdp), un crecimiento nominal anual de +10.0%; hilando siete meses consecutivos de crecimiento en la cartera desde noviembre del año pasado. En la comparativa mensual, la cartera incrementó +1.3%. El mercado de crédito se ha mostrado resiliente al entorno actual donde vemos mayores costos financieros, menor actividad económica y aires de una recesión en puerta. Consideramos que esta tendencia alcista continuará en el 2022, aunque a un menor ritmo, gracias al impulso del crédito empresarial, un consumo resistente y una buena demanda de hipotecas. Esperamos una desaceleración en el ritmo de crecimiento, durante los próximos trimestres, derivado de un consumo afectado por la inflación, una menor actividad industrial y normalización en el mercado de vivienda. Este mes, los tres segmentos incrementaron en dígitos altos, una buena señal.
Los créditos empresariales registraron un crecimiento anual de +8.8%, representando el 55.0% de la cartera vigente total. El mercado crece a pesar de los cuellos de botella en las cadenas de suministro y la alta inflación de costos. De igual manera, seguimos atentos a más detalles sobre el programa de apoyo a Pymes que puede impulsar más al segmento. En mayo, los sectores con mayor crecimiento fueron medios masivos (+24.9%), transportes (+19.3%), agrícola (+14.1%), servicios profesionales (+12.0%) y alojamiento (+10.3%). El financiamiento a manufactureras aumentó +5.8%, destacando la industria alimentaria (+13.3%) y la fabricación de equipo de transporte (+9.2%). La construcción y comercio mostraron incrementos cercanos al +7.0%, mientras los préstamos a mineras cayeron. Los retos hacia adelante son los costos de financiamiento más elevados y una desaceleración en la actividad industrial.
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