CIUDAD DE MÉXICO, 29 de abril (AlmomentoMX).- Las reflexiones que se llevaron a cabo durante la Semana de la Seguridad Social Construyendo hoy el Futuro de la Seguridad Social delinean una ruta para la transformación de las condiciones laborales en México y así terminar con un país de enormes desigualdades, pobreza, violencia y con más de la mitad de las personas sin cobertura de seguridad social, dijo la titular Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Luisa María Alcalde Luján.
Durante la clausura de las conferencias y paneles que organizó la STPS en coordinación con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Alcalde Luján señaló que se trabaja en un esquema de fortalecimiento del sector productivo y las empresas, en el que el beneficio se vea reflejado en los salarios y prestaciones de los trabajadores.
“Hay enormes retos, pero me parece que vamos por la ruta correcta y el hecho de que grandes actores del mundo del trabajo se tomen este tema en serio, que hayan venido aquí a hacer sus reflexiones y que podamos hacer un ejercicio franco, honesto de una ruta hacia adelante, realmente nos va a ayudar a conseguir a cambiar este país de fondo”, dijo.
La encargada de la política laboral del país resaltó las acciones que el gobierno ha emprendido, como el programa Jóvenes Construyendo el Futuro que le apuesta a una generación de jóvenes que estuvieron excluidos de las actividades productivas y de la posibilidad de estudiar y de trabajar, y ahora puedan desarrollar nuevas habilidades para enfrentar las nuevas tecnologías y el mercado laboral.
Reconoció el esfuerzo del Poder Legislativo y destacó que la Reforma Laboral que se discute en el Senado de la República transformará de raíz las relaciones y el mundo laboral que se había concebido, de control, de corporativismo, para pensar en un mundo laboral de libertad, de democracia y de justicia.
Por su parte, el subsecretario del Trabajo de la STPS, Alfredo Domínguez Marrufo, celebró que cada una de las ponencias haya servido para la reflexión sobre la existencia de nuevas relaciones laborales, que permiten empleos fuera de la red de protección social y que requieren regulaciones en la materia eficaces, así como políticas públicas y sociales sobre este tema.
Señaló que la STPS refrenda su compromiso y convoca a todos los sectores sociales para la construcción para la estrategia nacional para el futuro del trabajo en México, “la secretaría trabaja día con día de la mano de trabajadores y empleadores, así como de organismos públicos, privados y sociales para mejorar las condiciones de trabajo y de vida”.
Como parte de las actividades en el último día de la Semana de Seguridad Social, el director del Servicio Nacional de Empleo, Ívco Ahumada Lobo, se refirió a La intermediación laboral pública y la formalización del empleo. Consideró que la informalidad es resultado de una deficiente información en el mercado laboral, que es necesario enfrentar con las bases públicas del trabajo.
“La información incompleta y asimétrica provoca que la gente se coloque en el mercado informal, por lo que el objetivo de la intermediación laboral no es sólo la colocación de los trabajadores sino lograr de manera oportuna un emparejamiento laboral de calidad”, dijo.
Ahumada Lobo recalcó que la diferencia entre el Servicio Nacional de Empleo (SNE) y las agencias de colocación privadas es que éste no es un buscador de talento para las grandes empresas, sino apoya a aquellos que tienen menor nivel de empleabilidad para que no caigan en un modelo informal.
En el último panel Los retos de la seguridad social ante el futuro del trabajo, la Investigadora titular en el Instituto de Investigaciones Económicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Berenice Ramírez López, aseguró que el mercado del trabajo en México no es disfuncional, expresa la complejidad de la relación entre las diferentes unidades económicas y por la fuerte presencia del sector de los hogares, así como de los trabajadores independientes.
“La construcción de la seguridad social depende de una reforma del actual modelo, que tome en cuenta los niveles salariales, las transiciones laborales, las nuevas formas de organización del trabajo; de una buena combinación de lo contributivo y lo impositivo; y de evitar que la universalización profundice las desigualdades”, añadió.
El profesor titular del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Luis Román Morales, recalcó que el país tiene que pasar de una óptica de mercado a una óptica de empleo mucho más inclusivo para el conjunto de la población; no solo en función de las ventajas de unas cuantas empresas o de atraer capitales, sino viendo beneficio para la gente que realmente lo necesita.
“Es fundamental recuperar estas visiones y no solamente las cortoplacistas para impedir que la distinción entre formalidad e informalidad se resuelva en una precarización de la formalidad, mayor que la de la propia informalidad”, añadió.
El investigador en el departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metrolitana (UAM) y miembro SNI, Jordy Micheli Thirión, calificó al mercado de trabajo como un modelo neoliberal que tiene como punto esencial ligar los grandes intereses económicos al poder político y subordinar el poder político a esos intereses económicos.
“Está claro que la población entra al mundo laboral de un modo pasivo y subordinado, es normal porque hay más oferta de mano de obra que demanda, nuestro modelo económico tiene todos los incentivos para no crear formalidad ni por empresa, ni por los propios trabajadores”, dijo.
Mientras que el presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social del Senado de la República y dirigente sindical, Napoleón Gómez Urrutia, resaltó que en estos primeros meses de la administración se dieron pasos importantes para tener una paz laboral y justicia salarial.
“Después de 60 años, se ratificó el Convenio 68 de la OIT que es el derecho a la libertad de sindicación y el derecho a la contratación colectiva. Además, hoy hay una Reforma Laboral que se está discutiendo en el Senado y que está próxima a aprobarse”, aseguró.
Gómez Urrutia señaló que la nueva reforma incluye el derecho a los trabajadores para elegir a sus dirigentes a través del voto personal, libre, directo y secreto; asimismo, democratiza a las organizaciones sindicales del país y da marcha a un cambio de la política laboral en la democracia sindical de forma más organizada y estructurada como producto de la decisión libre de los trabajadores.
“La reforma implica cambios en las estructuras empresariales, en las relaciones de trabajo, lo que necesitamos es crear una nueva cultura patronal, hacer que las organizaciones empresariales sean más responsables socialmente, más generosos, respetuosos de las comunidades donde operan y del medio ambiente donde actúan”.
El representante de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), José Antonio Hernández Sánchez, destacó que lo que el Estado debe evitar en el futuro es que el capital siempre busque ganar sin importar si los trabajadores pierden.
Además de dejar de entender el futuro del empleo a partir de la idea del empleo formal como destino al cual se dirigen todos los trabajos, aceptando que el empleo típico, en una relación subordinada y bilateral, ha sido norma de nuestra región. “Es necesario que se dé luz a esas áreas grises de la ley laboral y mercantil que las nuevas tecnologías aprovechan para explotar a la clase trabajadora, el Estado debe imaginar maneras creativas de categorizar estas nuevas formas de trabajo que en el fondo son viejas, pero que ahora usan un servidor una computadora o un celular”, agregó.
Hernández Sánchez dijo que la clase política debe asumir los costos de la regulación, entrando con convicción a esta tarea en beneficio de la mayoría y no de unos cuantos para garantizar el derecho humano a la seguridad social.
AM.MX/fm
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