Pablo Cabañas Díaz
El presidente Andrés Manuel López Obrador expuso que el consejero Ciro Murayama del Instituto Nacional Electoral, (INE), en 2006 firmó un desplegado donde señaló que las elecciones de ese año fueron “limpias”. López Obrados manifestó que están muy molestos los del Instituto Nacional Electoral, están desquiciados, durante mucho tiempo, con todo respeto, se hicieron de la vista gorda ante los fraudes electorales… ya no les funciona esto, ya no se va a tolerar el fraude… Con todo respeto él firmó un desplegado, en donde afirmaba que la elección de 2006 había sido limpia. Lo cierto es que Murayama firmó en agosto de 2006 como responsable un desplegado y afirmó que “no encontró evidencias firmes de un fraude maquinado en las elecciones que dieron el triunfo a Felipe Calderón Hinojosa” como presidente de México
Los resultados de la elección de 2006, fueron desacreditados por un amplio segmento de la población encabezado por López Obrador, candidato de la Coalición por el Bien de Todos. En sus propias palabras “El fraude electoral de 2006 fue el más burdo y el más sofisticado de la historia electoral de México. Se recurrió lo mismo a los métodos tradicionales como el acarreo de votantes, la sustitución de funcionarios de casilla, el relleno de urnas con votos ilegales y la falsificación de actas de escrutinio de las casillas, que a medios más sofisticados como la manipulación de los sistemas de cómputo“(La Jornada, 29 de agosto de 2006).
La idea de que se fraguaba un complot para que López Obrador, no participara en las elecciones presidenciales de 2006 se basa en la persecución política contra él que fue emprendida desde 2004, primero con la filtración de algunos videos que mostraban a cercanos colaboradores del mismo en actos de corrupción y después con el juicio de desafuero y posterior destitución de su cargo como jefe de gobierno en 2005. Además hubo, la total injerencia del entonces presidente Vicente Fox , a partir del uso de programas de asistencia social para apoyar al candidato Calderón, del cual era compañero de partido (PAN). A esto se sumó la intromisión del Consejo Coordinador Empresarial a favor de Calderón y en contra de López Obrador, mediante una “guerra sucia” de mensajes mediáticos.
El 6 de junio de 2006, en el segundo debate de candidatos a la presidencia, López Obrador lanzó la acusación de que el cuñado de Felipe Calderón (Diego Heriberto Zavala Gómez del Campo) se vio favorecido en empresas de gobierno cuando Calderón fue secretario de Energía. Entre los organismos de gobierno que tenían contratos con Hildebrando se encontraba el IFE. La relación Hildebrando-IFE fue el parteaguas que derivó en más suspicacias y dudas razonables sobre un posible fraude electrónico, ya que una empresa filial de Hildebrando, Meta Data SA de CV, tuvo que ver con el desarrollo de los programas de conteo de votos del IFE mediante otra desarrolladora de software denominada Oracle de México. Fue clara y abierta la parcialidad de Murayama en la elección de 2006.
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