En medio de la península de Yucatán, un pequeño pueblo guarda una de las tradiciones más singulares y profundas del país. En Pomuch, Campeche, el Día de Muertos no solo se celebra: se conversa con los difuntos. Aquí, honrar a quienes partieron significa limpiar con amor sus huesos y mantener viva su memoria.
💀 Una tradición que no teme a la muerte
En Pomuch, la muerte no se esconde ni se teme. Cada año, desde finales de octubre y hasta el 2 de noviembre, las familias visitan el panteón para abrir las pequeñas cajas de madera donde descansan los restos de sus seres queridos. Con brochas suaves, telas bordadas y mucha ternura, limpian cuidadosamente los huesos —como quien sacude el polvo de un recuerdo preciado— y les cambian el paño que los cubre, decorado con el nombre y figuras bordadas a mano.
Este ritual, transmitido por generaciones, no busca causar miedo. Al contrario: es un acto de respeto, cariño y cercanía, donde la muerte se integra de forma natural a la vida cotidiana. El ritual se conoce formalmente como la “Limpieza de los Santos Restos” o, en la lengua maya local, “Choo Ba’ak” (limpieza de huesos). Esta práctica es de origen ancestral maya y fue declarada Patrimonio Cultural del Estado de Campeche en 2017.
🌿 Un ritual íntimo y colectivo
La costumbre de limpiar los restos nace de una mezcla de cosmovisión maya y tradición católica. Según la creencia local, mientras una persona sea recordada y sus restos sean cuidados, su espíritu sigue presente entre los vivos. Por eso, cada hueso se limpia con delicadeza, como si se hablara con un viejo amigo.
Las familias platican mientras limpian: cuentan anécdotas, actualizan a sus muertos sobre lo que ha pasado durante el año, e incluso bromean. No hay llanto: hay risa, nostalgia y amor. Las tumbas, adornadas con flores, veladoras y ofrendas, se llenan de vida.
🕯️ El altar y la comida: compartir con el más allá
Después de la limpieza, los hogares se preparan para recibir las almas. Se colocan altares con pibipollo, pan dulce, tamales, dulces típicos y bebidas favoritas de quienes regresan. Como en otras partes del país, se cree que en esos días las ánimas visitan sus casas, guiadas por la luz de las velas y el aroma de la comida.
La limpieza se lleva a cabo anualmente y comienza aproximadamente desde el 25 o 26 de octubre y se extiende hasta el 31 de octubre, para que los difuntos estén listos para el 1 y 2 de noviembre, días en que visitan el plano terrenal. Por lo general se realiza luego de tres años después del fallecimiento del ser querido, asegurando que solo queden los huesos.
💀✨ En Pomuch, Campeche, la vida y la muerte caminan juntas.
Conocida como la “Tierra que vive por sus muertos”, esta comunidad celebra el Festival de #DíaDeMuertos Pomuch para el Mundo, donde durante el Hanal Pixán, las familias realizan la tradicional “Limpieza de los santos… pic.twitter.com/cc96PCKi4d
— SECTUR México (@SECTUR_mx) October 16, 2025
✨ Un patrimonio vivo
El ritual de Pomuch ha llamado la atención de visitantes nacionales e internacionales por su profunda carga cultural y espiritual. Pero para los pobladores no es un espectáculo, sino una herencia familiar que se vive con naturalidad. Lejos de ser un tabú, hablar de la muerte aquí es hablar de identidad.
📍 Sabías que…
• En Pomuch, los cuerpos se exhuman aproximadamente tres años después del fallecimiento, cuando ya se han reducido a huesos.
• Las cajas donde se guardan los restos se colocan en osarios visibles, no enterrados, lo que permite que cada año las familias limpien y cuiden los huesos.
• Esta tradición tiene raíces mayas y es única en México.
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EM/dsc