Luis Alberto García / Yuzhno-Sajalinsk, Rusia
- El historiador español narró al detalle la lucha por Sajalín.
- Lluvia, frío y las peores condiciones climáticas para combatir.
- La lucha por esa isla estratégica duró solamente dos semanas.
- Trincheras y bastiones fortificados en varias partes de los escenarios.
- No hubo sobrevivientes, todos los nipones fueron aniquilados en Miuka.
- En Esutoru, la avalancha soviética puso fin definitivo a la II Guerra Mundial.
“A las 7:45, más de 500 piezas de artillería y cien aviones del Ejército Rojo comenzaron a bombardear el Paralelo 50 que separaba el Sajalín soviético del Sajalín japonés”, refiere Antonio García Palacios en su libro sobre unas batallas ocultas, escenificadas en la isla de Sajalín rodeada por el mar de Ojotsk, entre los días 11 y 25 de agosto de 1945.
“Acto seguido, miles de soldados soviéticos acompañados por tanques T-26 y T-34 cruzaron la frontera entre ambas naciones e iniciaron su avance por un territorio hostil lleno de barrancas, bosques y pantanos que presagiaba la dificultad de su conquista”.
Bajo unas condiciones climatológicas adversas de lluvia y frío, las primeras vanguardias soviéticas compuestas por los efectivos de la 79ª División de Fusileros y de la 214ª Brigada Blindada vencieron con facilidad a todos los puestos fronterizos de guardia japoneses que fueron encontrando.
Todo parecía sencillo para los rusos hasta que llegaron al perímetro de Honda, una cadena montañosa de tres kilómetros fuertemente protegida por la artillería japonesa.
Una vez allí, los soviéticos fueron repentinamente recibidos por el fuego de los cañones japoneses, los cuales les impidieron proseguir su ofensiva y por tanto les obligaron a cavar trincheras en la orilla septentrional del río Kottonhai-Gava.
Los soviéticos permanecieron inmóviles varias horas en ese río, no sólo por la potente artillería japonesa, sino también por las numerosas trampas explosivas y minas en los bosques circundantes.
Por suerte para ellos, algunas avanzadas consiguieron abrirse paso por los flancos del más alejado río Poronai y adentrarse por pantanos que los llevaron directamente a las posiciones de retaguardia de la misma Honda.
De ese modo los soviéticos consiguieron eliminar el bastión fortificado de la Cota 274 y a las 14:00 horas ocupar el pueblo de Muika, y gracias a esa maniobra Honda resultó embolsada hasta que a la mañana siguiente, el 12 de agosto, la cadena defensiva fue finalmente conquistada y todos los japoneses que la protegían fueron aniquilados sin haber supervivientes.
La batalla de Koton centró la atención de las operaciones soviéticas la mañana del 13 de agosto de 1945, después de que al amanecer la artillería pesada del Ejército Rojo machacase dicha posición durante una hora.
Terminado el bombardeo, la 79ª División de Fusileros, la 214ª Brigada Blindada y el Regimiento de Ametralladoras “Sakhalin” asaltaron el pueblo de Koton frontalmente con la idea de que apenas estaría defendido.
No obstante los japoneses disponían de artillería y ametralladoras en las colinas de los alrededores que rápidamente atacaron a los soviéticos, provocándoles numerosas bajas y frenando su avance en seco.
Con muchas dificultades para continuar hacia Koton, el Ejército Rojo probó suerte intentando eliminar los diferentes bastiones fortificados en el área circundante, lo que incluía perímetros defensivos tan peligrosos como el paso de Harmitog, el monte Fugato y el monte Happo, este último protegido por 70 bunkers de hormigón y 46 emplazamientos de ametralladoras.
Sin embargo, los rojos no se amedrentaron y asaltaron todas las posiciones enemigas a costa de sufrir elevadas bajas y librar estrujantes luchas cuerpo a cuerpo, con puñales y bayonetas en ristre.
Pronto la superioridad artillera y la calidad del equipo en de los soldados soviéticos se impusieron a los bisoños soldados japoneses que defendían Sajalín, y por esa razón el 15 de agosto, el Ejército Rojo tomó el control de la estación de Koton y ocupó exitosamente el pueblo de Nibu.
Al día siguiente, el 16, las tropas soviéticas cruzaron el paso de Harmitog y conquistaron finalmente Koton tras una ardua lucha urbana casa por casa, como fue en Stalingrado contra el ejército alemán dos años antes.
Esutoru fue el sector marítimo escogido por el Alto Mando soviético (Stavka en ruso) para realizar un desembarco que distrajese contingentes enemigos del frente terrestre en el centro de Sajalín.
Así pues, partió de los muelles de Sovietskaia una fuerza anfibia compuesta por 3.500 infantes de marina pertenecientes al 365th Batallón de Infantería Naval y a la 22ª Compañía de Ametralladoras a bordo de 15 navíos repartidos de la siguiente manera:
El dragaminas Okean; el cañonero Zarnitsa; las patrulleras BO-310, BO-314, MO-27, MO-29, MO-33 y MO-34; los remolcadores T-522, T-524, T-590 y T-591; y los transportes Petropavlovsk, Krabalov Nº2 y Krabalov Nº3.
En la madrugada del 16 de agosto de 1945, la fuerza anfibia que transportaba al 375th Batallón de Infantería Naval apareció frente a las costas de Esutoru, concretamente ante el puerto de Toro que en aquellos momentos se encontraba cubierto por una espesa niebla.
Sin dudar delante del objetivo, los soviéticos abrieron fuego con sus cañones navales y mediante un escuadrón de 80 aviones bombardearon los muelles de Toro y diversos aeródromos de Esutoru.
Acto seguido los primeros 140 infantes de marina soviéticos desembarcaron sin ser vistos en el puerto de Toro y con facilidad redujeron a las pocas patrullas de vigilancia compuestas por reservistas japoneses.
Poco después, sobre las 10:10 horas, llegó el resto del 365th Batallón de Infantería Naval que se infiltró en la ciudad bajo un duro bombardeo de las baterías enemigas en los alrededores de Esutoru, las cuales no fueron suficientes para evitar la avalancha soviética, que puso fin a las últimas batallas de la Segunda Guerra Mundial.
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