El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) rechazó la propuesta directa del ejido de Cobá. La cual era tener la administración absoluta de la zona arqueológica de esta comunidad.
Tras una segunda reunión entre autoridades y ejidatarios, que se celebró el sábado pasado; con una prolongación de más de cinco horas: Fausto May Cen, comisariado del núcleo ejidal, indicó que esperaban una respuesta concreta en torno a su petición del control del recinto maya. Mismo que se encuentra dentro de sus tierras.
May Cen aseguró que por más de 50 años no se han visto beneficiados con los recursos obtenidos, derivados del pago de las entradas. Por ello solicitaron la administración de la zona; sin embargo, el INAH les propuso tres proyectos a cambio de ello.
- La primer propuesta fue conceder un 5% de las entradas al municipio.
- Como segunda: construcción de un museo; cuyo pago de acceso será exclusivamente para el ejido.
- En tercera instancia, les propuso realizar obras integrales para la comunidad.
El comisariado del ejido indicó que las autoridades federales les dijeron que llevarán la demanda del ejido, ante las instancias correspondientes. Por lo que los ejidatarios van a valorar la contrapropuesta de las autoridades.
Si llega a dar el caso en que la mayoría de los integrantes no estén de acuerdo, van a proceder con la toma de las instalaciones de Cobá.
“Nuestro plano y nuestra carpeta básica nos dice que la zona arqueológica está dentro de las tierras de uso común, esas 268 hectáreas no las podemos trabajar”, finalizaron los ejidatarios.
Ante esta situación, el INAH no ha hecho ninguna declaración oficial al respecto. Por lo cual se seguirá a la espera de la resolución del problema que presenta la comunidad de Cobá.
La ciudad de Cobá se desarrolló cerca de cinco lagos que fueron fundamentales en su desarrollo y subsistencia. Con aproximadamente 70km2 de extensión, la ciudad estaba comunicada por extensos caminos levantados de piedra, conocidos en lengua maya como sacbé (camino blanco), de longitud y ancho variables. Se tiene evidencia de los primeros asentamientos humanos entre 100 a.C. y 300 d.C. Sin embargo, el auge constructivo de la ciudad ocurrió entre 800 y 1000 d.C., cuando se amplió la red de caminos, se construyeron nuevos edificios y se estrecharon sus relaciones con la Costa del Golfo.