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viernes, noviembre 22, 2024

Marcha de la Dignidad Nacional de madres buscadoras, 12 años de espera, “nada que festejar”

CIUDAD DE MÉXICO / SemMéxico.- Madres de las y los desaparecidos en México, crearon en los últimos años en una docena de estados de la República, colectivos de búsqueda y distintas formas de lucha para hacer visible la ausencia de sus hijas e hijos. Este 10 de mayo, Día de la Madre, convocaron a tomar las calles de la Ciudad de México y otras ciudades del país, para exigir verdad y justicia.

Estas colectivas han hecho visible el problema de la desaparición en México sólo entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2023 desaparecieron 2mil 95 personas en todo el país, según datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPDNO), cifra que significa un aumento del 20.54 % en comparación con el mismo periodo del 2022, en el que ocurrieron mil 738 desapariciones. De ellas mil 329 son hombres, o sea el 63.44 % y 766 mujeres, el 36.56 %.

Las madres buscadoras, han organizado caravanas organizadas y ya se reconocen como el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), que nació hace 12 años.

Por los hombres y mujeres desaparecidas, las organizaciones realizan una labor cotidiana que enfrenta a un país en el que, hasta febrero de 2024, de acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda, reportó 111 mil desaparecidos/desaparecidas y no localizados/localizadas, en tanto que hasta finales del año 2021, se precisó que al menos 52 mil cuerpos están no identificados en instalaciones forenses de todo el país.

De acuerdo con la Comisión en México, 1 de cada 4 personas desaparecidas es mujer; mientras que, en el caso de las niñas, niños y adolescentes, el porcentaje de mujeres se dispara hasta llegar a más de la mitad.

En este contexto es que las madres buscadoras convocaron a la XII Marcha de la Dignidad Nacional: Madres buscando a sus hijas e hijos, que, a lo largo de los 12 años desde la primera protesta, se han sumado más madres en todo el país.

La XII Marcha de la Dignidad Nacional de Madres se realizará el próximo miércoles 10 de mayo, en el Monumento a la Madre en la CDMX. (Twitter/@GlorietaMx)

La protesta se llevará a cabo el próximo 10 de mayo, en punto de las 10:00 horas en el Monumento a la Madre, en la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México. Bajo el lema No conocemos fronteras para buscarles, esta manifestación realizará un recorrido desde este lugar hasta el Ángel de la Independencia.

Se suman en el país
A la convocatoria de esta protesta se sumaron colectivas de otras entidades, que dicen que este a Día de la Madre no hay “nada que festejar” y aseguraron que el miércoles denunciarán “la complicidad del Estado en las Desapariciones al obstaculizar los procesos, perder evidencias y (realizarlas) sin un plan trazado”.

El amparo buscador ante la desaparición
Medios de comunicación documentan que a lo largo de los años los procesos legales a los que familiares de personas desaparecidas se enfrentaron para exigir la búsqueda de sus seres queridos son largos, tortuosos o infructuosos. Por ello la exigencia cambió su plan de acción de las movilizaciones en las calles y dependencias gubernamentales, a procedimientos ante jueces federales.

Por ello surgió el denominado “amparo buscador”, que de acuerdo con la Comisión Nacional Búsqueda y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) es un mecanismo por el cual una persona, a nombre de una persona desaparecida, atribuye a autoridades la desaparición forzada, por lo que solicita a un juez dicte la realización de acciones necesarias para su localización y liberación.

Hace 12 años que se realizó la primera Marcha de la Dignidad Nacional por parte de madres buscadoras de todo el país. Foto: Fernández / InfobaeKarina H

Sin embargo, este tipo de procedimientos legales únicamente es viable cuando se está frente a un caso de desaparición forzada. “El espectro (de desaparición forzada) es muy amplio porque, en principio, cualquier ‘no localización’ supone un problema de desconocimiento del paradero de una persona, lo cual hace posible que se pueda acudir al amparo buscador”, indicó el documento guía para familiares y personas buscadoras que se publicó recientemente.

Este procedimiento es distinto a otro concepto en torno al amparo buscador, identificado como aquel con el que una persona desea conocer su cuenta con órdenes de aprehensión en contra de alguna persona.

Cómo presentar un amparo buscador
La guía para familiares y personas buscadoras de desaparecidas señala que se trata de un procedimiento que es útil para decirle a una autoridad “enséñame el cuerpo” o “muéstrame a la persona detenida”, exigencia con la cual se debería demostrar que la persona no fue asesinada o desaparecida.

En primera instancia lo que hay que saber es que cuando se trata de una posible desaparición forzada de personas, el juez tendrá un plazo no mayor a 24 horas para dar trámite al amparo, así como para dictar una medida cautelar para que autoridades le presenten información para la localización y liberación de la supuesta víctima.

El amparo no debe presentarse en el lugar en el que la persona presuntamente desapareció, pero sí se presenta a nombre de ella. Además, se recomendó mencionar en la demanda qué autoridad o autoridades incurrieron, participaron o dieron su apoyo en la desaparición de esta persona.

La guía menciona que el tiempo que la persona lleva desaparecida no es relevante al momento de presentar la demanda ante el juez de distrito, y no es necesario contar con un abogado para tramitarlo, aunque sí se recomendó contar con el apoyo legal.

Hasta encontrarles: la lucha incansable de las madres buscadoras
Más de 100 mil personas desaparecieron en México desde 1964, lo que ha obligado a cientos de mujeres a darse a la tarea de buscar a sus seres queridos. Las madres buscadoras viven una revictimización sistemática, por lo que la iniciativa Spotlight, en alianza con el Gobierno de México, la Unión Europea (UE) y las Naciones Unidas (ONU) apoyó al Centro de Estudios Ecuménicos, institución que trabaja para construir alternativas de vida digna para colectivos de búsqueda en el país.

En el Estado de México y en Guerrero, “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, es el canto que representa la demanda de miles de familias mexicanas que piden: la búsqueda digna y la presentación con vida de sus seres queridos. A lo que se suma la marcha de este miércoles.

Según la información de Naciones Unidas se trata de un problema sistemático que ha reemplazado la vida cotidiana de miles de personas por una de incertidumbre, de duelo continuo y búsqueda incansable -búsqueda que ha sido liderada sobre todo por las madres-. Se trata de mujeres movilizadas por la esperanza que recorren enormes distancias buscando a sus hijas e hijos por ciudades, pueblos, carreteras, ríos y montañas.

No solo hay una brecha acentuada para acceder a sus derechos, sino que también han sido criminalizadas en el proceso.

“Es imperante cambiar el sistema que revictimiza a las madres que buscan a sus familiares, cuando están ejerciendo sus derechos”, explican Ilich Avilés y Noé Amezcua, implementadores del proyecto financiado por Iniciativa Spotlight y promotores comunitarios del Centro de Estudios Ecuménicos (CEE).

Verónica busca a su hijo Diego desde el 2015: “Yo pensé que iba a encontrar rápido a mi hijo. Creí que los secuestradores me lo iban a dar, pero me mintieron. Creí que las autoridades lo iban a encontrar, pero no lo han hecho. Entonces fuimos nosotros quienes tuvimos que aprender a organizarnos”. Verónica es una de las madres que conforman el colectivo “Uniendo Esperanzas”, un grupo de 14 familias del Estado de México que se han unido bajo la lucha común de encontrar a sus familiares.

La búsqueda de personas desaparecidas requiere de una gran preparación, pues se trata no solo de caminar largas distancias sino conocer a fondo los procedimientos oficiales de las instituciones involucradas. El Centro de Estudios Ecuménicos acompaña y contribuye al fortalecimiento de diversos movimientos y colectivos. Uno de sus ejes de acción es el trabajo directo con colectivos de búsqueda alrededor del país, asesorándoles en el proceso de solidificación de sus estrategias de trabajo. Se trata, además, de un acompañamiento solidario que procura el bienestar psicosocial de las personas que integran a los colectivos. De su metodología de trabajo surgió la posibilidad de recibir el apoyo de Spotlight.

“El trabajo de búsqueda te desmoraliza. No encontrar un hallazgo te hace preguntarte qué estás haciendo mal. En ese sentido, conocer tus derechos, tener un espacio de contención y hacer propuestas comunicativas, te permite crear una política importante para México en momentos como estos”. Dice Ana Paula, Centro de Estudios Ecuménicos

A través de Spotlight, los colectivos obtienen herramientas para la comunicación con las dependencias, la realización de conferencias de prensa efectivas y la organización segura de marchas, herramientas indispensables para su labor que sin embargo nadie nunca espera tener que aprender.

“Llamamos a las fiscalías y nos encontramos con la sorpresa de que no contestaron en ninguno de los números oficiales que usamos en nuestros carteles. Con el apoyo del CEE pudimos comprar un celular y ahora nosotros tenemos nuestro propio número de atención para los carteles”, dice Verónica.

Las madres buscadoras, por otro lado, necesitan espacios de contención que les ayuden a procurar su propio bienestar y combatir la revictimización a la que se enfrentan. “En el proceso de búsqueda lo primero que te encuentras es la discriminación por parte de dependencias y funcionarios públicos”, explica Ana Paula. “Seguro su niña se fue con el novio y el chavo estaba con el narco, señora”, se escucha decir entre los pasillos de las instituciones. “Sí hay una comisión que acompaña a las víctimas. Pero víctimas para mí es un término jurídico, porque las mamás no somos víctimas. Sí lloramos, porque nos duele. Pero seguimos”, nos dice Victoria.

“Nuestros hijos e hijas son mucho más que cifras o documentos archivados. Por eso necesitamos conocer al menos lo fundamental para saber cómo defendernos, organizarnos y acompañar los procesos de otras familias”, concluye Victoria.

Hoy, las cerca de 50 beneficiarias directas de la Iniciativa pueden hablar sin titubeos sobre las personas desaparecidas “como un miembro de la familia que tenía trabajo, que tenía sueños; una vida entera en camino”, dice Ana Paula. Ante un panorama que parece indicar muchos años más de búsqueda, estas madres y padres necesitan un apoyo constante.

Buscar a tu hijo/a en carreteras y ríos es algo que nadie tendría que verse en la obligación de hacer. Y sin embargo es la realidad de miles de madres mexicanas. Los colectivos familiares de búsqueda son el único faro de luz ante la desaparición forzada que desde hace décadas ha atormentado al país. Nos enseñan el camino, y, sobre todo, enseñan el camino a otras familias. Es esta unión de luchas es la que les permite seguir adelante -la que las llena de fuerza para mantenerse en pie-. Y si bien son ellas y ellos quienes ponen el cuerpo, en nosotros está replicar sus demandas, amplificar sus voces. Porque nos falta cada una de las vidas que la violencia nos ha escondido.

“Yo soy la voz de Diego. Y a dónde quiera que yo vaya siempre diré que me falta. Siempre vamos a mencionarlos, porque son vidas las que buscamos”. Verónica, madre buscadora.

Hoy, las madres buscadoras mexicanas son un ejemplo de la resiliencia. Estas mujeres apuestan por la vida y trabajan día con día para sanar su dolor, haciendo la labor que nadie más hará por ellas: encontrar a las personas que nos faltan.

Madres buscadoras que fueron asesinadas en México al tratar de encontrar a sus hijos

“Tengo mucho miedo cada día de ser una estadística de estas madres que mueren en la lucha de buscar a sus desaparecidos”, dijo Cecilia Flores, líder del Colectivo Madres Buscadoras de Sonora, luego de enterarse que Teresa Magueyal fue asesinada tarde del 2 de mayo en Celaya, Guanajuato.

Y es que México, no sólo acumula 280 mil personas extraviadas y hasta el momento no localizadas, sino que también se ha convertido en uno de los territorios más hostiles para quienes emprenden labores de rastreo.

De 2021 a mayo de 2023, al menos 7 personas han sido asesinadas en el país mientras buscaban a sus seres queridos, el último caso fue precisamente el de Teresa, quien fue atacada con arma de fuego en las calles de Celaya.

La mujer comenzó con labores de rastreo en 2020, luego de que su hijo de 34 años, José Luis Apaseo, desapareciera. El hombre fue visto por última vez el 6 de abril de ese año en San Miguel de Octopan, hasta el momento no hay pistas sobre su paradero.

María del Carmen. Cabe señalar que siete meses antes del asesinato de Teresa, se reportó la muerte de María del Carmen Vázquez, quien recibió múltiples disparos a las afuera de su casa, ubicada en Abasolo, Guanajuato.

Carmen también perdió la vida antes de poder encontrar a su hijo, quien desapareció el 14 de junio de 2022 en la misma entidad.

María Carmela Vázquez. Guanajuato. La activista María Carmela Vázquez, quien se hizo una madre buscadora tras la desaparición de su hijo Osmar Zúñiga Vázquez

Esmeralda Gallardo. Esmeralda vivía en la colonia Villa Frontera, Puebla, se encontraba esperando el camión que usaba para ir a su trabajo cuando sujetos armados dispararon en su contra. Ella llevaba más de un año dividiendo sus esfuerzos en atender la crianza de su nieto y su segundo hijo e investigar la desaparición de su hija Betzabé Alvarado.

Debido a las pesquisas obtenidas en sus labores de rastreo, la mujer encontró que una célula criminal sería la responsable de la ausencia de su hija, sin embargo, le fue arrebatada la vida antes de poder dar con alguna pista contundente que diera con los perpetradores de los hechos.

Esmeralda Gallardo. Puebla, llevaba más de un año realizando labores de búsqueda para encontrar a su hija.

Rosario Lilian. Integrante de “Corazones sin Justicia”, Rosario fue interceptada en su domicilio alrededor de las 21:00 horas del 30 de agosto de 2022. Pocas horas después se dio a conocer que su cuerpo fue encontrado en la localidad de La Cruz, Sinaloa.

Durante aproximadamente tres años, Rosario Lilian puso todo sus fuerzas y empeño en un único objetivo: encontrar a su hijo desaparecido. Sin embargo, pese a la constante lucha, partió sin saber su paradero.

Rosario Lilian Rodríguez. Sinaloa. La mujer era madre de Fernando Abixahy Ramírez Rodríguez, quien desapareció el 16 de octubre de 2019 en La Cruz de Elota

Ana Luisa Garduño. El 28 de enero de 2022 activista Garduño Juárez, fue asesinada a tiros en el municipio de Temixco, en el estado de Morelos. La mujer había creado un colectivo en honor a su hija, quien tras desaparecer fue hallada sin vida en 2012.

Una de las labores más destacadas dentro de sus acciones como activista fue él apoyo que brindó a las familias de personas desaparecidas en el estado.

Aranza Ramos. El 15 de julio de 2021 hombres armados irrumpieron en la casa de Aranza Ramos (localizada en Guaymas, Sonora) y se la llevaron a la fuerza. Poco después fue localizada sin vida en la entrada de la comunidad en la que residía.

Su asesinato se dio luego de siete meses de haber emprendido acciones para localizar a su esposo, Bryan Omar Celaya, quien fue visto por última vez saliendo de su domicilio. La situación dejó en orfandad a una niña que en ese entonces tenía apenas un año.

Ana Luisa Garduño Juárez. Morelos. Fundadora del Colectivo Ana Karen Vive A.C. y Frente de Víctimas del Estado de Morelos.

Francisco Javier Barajas Piña. Era integrante de la Comisión de Búsqueda de personas Desaparecidas de Guanajuato, pasó el último año de su vida buscando pistas para dar con el paradero de su hermana.

Tras un arduo proceso de rastreo, la encontró, lamentablemente sin vida, dentro de una fosa clandestina. El compartir aquel proceso con otras personas que también buscaban a sus seres queridos lo llevó a mantener acciones de colaboración aún después de haber encontrado a su hermana.

“Él los buscaba como si fueran sus familiares”, llegaron a decir los integrantes de colectivos en la región a los que apoyó. En mayo de 2021 fue asesinado a quemarropa.

Francisco Javier Barajas Piña. Abogado y buscador de personas desaparecidas desde que su hermana Guadalupe, desapareció en febrero de 2019 en Salvatierra, Guanajuato.
AM.MX/fm

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