Destinada directamente al consumo humano, el animal es parte del grupo de los pescados azules o grasos (salmón, atún blanco, trucha de mar, caviar, anchoa, entre otros). Hay más de 30 especies de sardinas y están estrechamente emparentadas con los arenques y las anchoas.
La sardina es una especie marina pelágica, sumamente accesible en cuanto a costo, pero de alto valor nutricional por el contenido de proteínas que posee. Además proporciona al organismo: vitamina D2, fósforo, calcio, potasio, vitamina B12, Omega3 y aminoácidos.
Incluir en una dieta regular a la sardina, es una excelente opción, puesto que, debido a la cantidad de vitaminas A, D y E que contiene; contribuyen al mantenimiento, crecimiento y reparación de las mucosas, piel y otros tejidos del cuerpo.
La forma en la que más se consume la sardina en enlatada. A pesar de esto, consumirla en esta presentación, proporciona una mayor cantidad de calcio porque se consume junto con la espina. Lo anterior aporta aproximadamente 314 mg de calcio por 100 gramos de sardina.
México produce 84 millones de latas de sardina de 425 gramos. El 95% de la producción se destina al mercado interno mexicano y eso es sumamente importante porque sustenta soberanía alimentaria.
En los últimos años, en México se ha registrado una producción total de alrededor de 562 mil toneladas de sardinas. La distribución comercial a nivel mundial ha convertido al país en una productiva e importante fuente de recursos alimenticios de origen marino.