CIUDAD DE MÉXICO.— La nube de polvo proveniente del desierto de Sahara llegará este martes a la Península de Yucatán, sin que represente un peligro para la población, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua). El jueves y viernes alcanzará la máxima concentración de aerosoles sobre ese estado, Campeche y Quintana Roo.
“En la Península de Yucatán, los principales efectos esperados son: reducción en la lluvia, incremento en las temperaturas, cielo brumoso y escasa nubosidad. Además, los atardeceres y amaneceres pueden tornarse en tonos rojizos debido a la interacción de los rayos solares con las partículas de polvo”, señaló la dependencia en un comunicado.
Una grafica de como se esta desplazando el polvo del Sahara! pic.twitter.com/EtIK4IASJS
— Marielos Rodriguez (@MarielosRodri19) June 23, 2020
La Conagua detalló que este fenómeno es común durante la primavera y el verano, cuando la escasez de lluvia se combina con vientos intensos en la región del Sahara, generando desprendimientos de aire cálido, seco y saturado de aerosoles y polvo.
“A través de modelos numéricos se puede predecir su trayectoria, y para este evento se pronostica que la nube de polvo continúe su recorrido, llegando a la Península de Yucatán hoy martes, y durante el jueves y el viernes alcanzará la máxima concentración de aerosoles sobre Campeche, Quintana Roo y Yucatán”, indicó.
“Sahara”:
Porque se prevé que entr hoy y mañana llegue el polvo del Sahara a México. pic.twitter.com/wQ4YjpiuPU— ¿Por qué es Tendencia? (@porkestendencia) June 23, 2020
Tras llegar a la Península de Yucatán, el fenómeno se desplazará sobre aguas del Golfo de México, pasando sobre las zonas costeras de Veracruz y Tamaulipas. La Sierra Madre Oriental funcionara de barrera natural para que la nube de polvo no atraviese al centro del territorio mexicano. El viernes 26 de junio, llegaría a la parte sur de Estados Unidos y dejará de afectar de manera directa al país.
A través de imágenes de satélite, la Conagua ha monitoreado su recorrido por el Océano Atlántico y el Mar Caribe, donde ha ocasionado una reducción notable en la visibilidad, afectando la navegación marítima y aérea, y ha provocado un cielo brumoso.