TINUM.— A poco más de un mes que una turista española fuera expulsada de la zona arqueológica de Chichén Itzá, este fin de semana se dio a conocer un nuevo caso en el que una persona extranjera burló la vigilancia y subió al Castillo de Kukulcán, lo que ocasionó el enojo de las personas que se encontraban en el lugar.
Este sábado, visitantes que acudieron a Chichén Itzá se dieron cuenta de que un turista, de origen polaco e identificado como Pawel T., estaba ascendiendo por un costado del Castillo, en donde ya era esperado por elementos de seguridad del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
⇒ Ya en la base, el turista fue encarado por algunos de los presentes, quien lo cuestionaban por su nacionalidad y el hecho que hubiera ascendido al lugar sagrado, lo cual está prohibido desde hace años.
En el trayecto de la pirámide a las oficinas de la zona arqueológica, un hombre lo golpeó con un palo en la cabeza. En tanto, en otro video se aprecia que una persona lo golpea en el estómago apenas pone un pie afuera del Castillo. El sujeto fue custodiado por agentes de la Guardia Nacional y elementos de la Policía Municipal.
Otra vez un extranjero se subió a Chichén Itzá, y esta vez hasta palazos le tocaron. Este hombre procedente de Polonia ignoró los cordones, acá el video:
— Meredith G. 🛋️✨ (@MerGarza) January 29, 2023
Al respecto, el INAH informó que el turista que se subió al Castillo de Kukulcán fue turnado a la autoridad y tuvo que pagar una multa de 5 mil pesos al Ayuntamiento de Tinum, localidad dónde se ubica la zona arqueológica de Chichén Itzá. Además, tuvo un arresto administrativo de 12 horas.
⇒ De acuerdo con el organismo, no hubo daño al monumento histórico de la cultura Maya, considerada Maravilla del Mundo Moderno y que en este 2022 recibió más de 2.5 millones de turistas, siendo la zona arqueológica más visitada del país.
El turista polaco no logró acceder a toda la cúspide de El Castillo principal y se informó que accedió al área no autorizada con el objeto de tomar unas tomas fotográficas para redes sociales, por lo que antes de ponerlo en libertad borró todas las fotografías tomadas sin permiso del INAH.
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EM/dsc
