Debido a las altas temperaturas que se han registrado en esta temporada primaveral, la Secretaría de Salud ha publicado maneras para prevenir y atender la insolación y golpe de calor.
El golpe de calor es una condición médica que se produce cuando el cuerpo no puede perder calor con suficiente rapidez en situaciones de calor extremo. Debido a ello, la temperatura corporal aumenta con rapidez hasta niveles peligrosamente elevados.
Los síntomas son mareo, aturdimiento, debilidad, torpeza y falta de coordinación, fatiga, cefalea, visión borrosa, dolores musculares, náuseas y vómitos (que también son síntomas de agotamiento por calor). La persona no percibe que su temperatura corporal es muy elevada.
Durante un golpe de calor la piel está caliente, enrojecida y en ocasiones seca. Puede haber sudoración o no, a pesar del calor. Debido a la alteración cerebral, la persona puede manifestar confusión y desorientación. Incluso pueden presentarse convulsiones. La frecuencia cardíaca y respiratoria aumentan. El pulso está generalmente acelerado. La presión arterial puede ser alta o baja.
Cuando una persona presenta un golpe de calor, debe realizar lo siguiente:
- Alejarse del sol y lugares con temperaturas muy elevadas.
- Hidratarse de manera recurrente mediante pequeños sorbos de agua. Evitar bebidas azucaradas y/o con alcohol. Los sueros son ideales para un golpe de calor.
- Usar ropa ligera y de ser posible, quitársela.
- Usar paños húmedos para recuperar una temperatura corporal adecuada de manera gradual.
La insolación se da cuando la persona presenta síntomas iguales a los del golpe de calor, pero en este caso directamente ocasionados por el sol y temperaturas elevadas. Por lo tanto, la persona presenta quemaduras en la piel.
Cuando hay quemaduras graves en la piel se presenta un cuadro de eritema general (enrojecimiento) que se convierte en ampollas. Debido a esto, es necesario acudir a un especialista, si se tiene piel muy delicada. Los ungüentos que son vendidos de manera general para aliviar quemaduras, no siempre ayudan a pieles sensibles y pueden resultar perjudiciales.
Evitar estos cuadros médicos que pueden resultar peligrosos para la salud es posible con las siguientes recomendaciones:
- Usar bloqueador solar de acuerdo al tipo de piel. Este debe usarse todos los días y aplicarse varias veces al día. Debe aplicarse aunque se permanezca en lugares cerrados, pues los rayos UV penetran y también afectan a la piel.
- Mantenerse hidratado (de preferencia con agua natural o de frutas). El agua de coco es un excelente hidratante y se utiliza para algunas enfermedades como la infección por chinkungunya o dengue.
- Usar ropa holgada y ligera.
- Mantenerse en lugares cerrados de 12 a 4 de la tarde, que es cuando la radiación del sol afecta de manera más intensa.
- La hidratación de la piel es importante y se deben usar cremas adecuadas para el tipo de piel. En temporada de calor, de acuerdo a lo que especialistas recomienden; se pueden usar ungüentos emolientes que produzcan una sensación de frescura.
- Alimentarse adecuadamente con alimentos limpios y desinfectados, para evitar otro tipo de enfermedades como cólera, diarreas, etc.